Casi
se acaba el año y a mí, a veces, sigue sin darme tiempo a hacer cosas tales
como escribir este ratito. Hoy voy tarde por los paseos navideños y las
obligaciones familiares, pero más vale tarde que nunca.
Desde
esta mañana tengo en mente que en este nuevo año, como ya han dicho los asesinos
der ETA, eso sí, con la boca pequeñita, muy pequeñita, que se arrepienten un poquito
de haber matado, (aunque lo que les duele es que podían haber matado a más velocidad),
y gracias a eso, seguro que este año ya se podrá votar a los asesinos para ser
concejales, alcaldes y ¿por qué no? ministrillos en el País Vasco e incluso parlamentarios
y senadores en Madrid. Naturalmente con
el apoyo de IU, EE, CiU, Bildu y otros partidos, qué, por tocar pelo de poder
tragan con lo que sea. Mejor no pensar en ello y terminar el año en paz, que es
lo que a estos les xode de verdad.
En
el otro extremo de los metepatas, ya, hasta sus propios asesores le dicen a don
Menos, que deje de hacerse tanto la víctima y que deje de decir eso de, “España
nos roba”, que está ya muy visto y que ya no cuela. Ni siquiera en su pueblo.
Por
lo demás, las tonterías habituales, con la Cortijá repartiéndose la pasta, sus
corifeos cantando las alabanzas de la Junta, y, agradecerles, cómo dice el
señor Heredia de Málaga, que está visto que para lo único que tiene tiempo es
para esto, “por paliar la política dañina
del PP". Es increíble, con la cantidad de ópticas que hay en Málaga,
que este señor no vaya a graduarse la vista.
Hablando
de Málaga, nos cuentan que ya llegan los fondos europeos para los barrios y “para mejorar plazas”. Suena a chiste,
cuando precisamente han inaugurado eso a lo que llaman la Nueva Plaza de la Judería,
para la que curiosamente no ha hecho falta la pasta de Europa. Digo que es
curioso, porque cuando un señor particular o una empresita familiar, va a hacer
alguna intervención en algún edificio, le piden miles de papeles y le exigen,
así, del verbo exigir, “respeto al
entorno y adecuación a él”, pero cuando a alguien de los que mandan le
apetece, todas esas normas se las salta. Pasó con el edificio de una delegación
de la Junta en calle Carreterías, que parece más una cárcel del pueblo, sin ventanas
ni huecos de iluminación; volvió a pasar con el malhadado edificio de la plaza
del Carbón, que se hizo como a ellos les pareció, sin respeto a su entorno; de
la plaza del Obispo prefiero no hablar, y se ha hecho de nuevo esta vez. Así
que menos cuentos Caperucita. Aquí se hacen las cosas y los cubos al gusto y
capricho de algunos, o… para beneficiar a algún amiguete. ¿O no?
También
nos dicen que para eso de cobrarnos más por el agua se han dado cuenta de que
el padrón municipal está lleno de errores. No hay que ser un lince ibérico para
saber eso.
Lo
más gracioso, es que, según ellos, para ahorrar, el Ayuntamiento va aponer en marcha
un plan “para que los concejales
compartan coche”. Lo que tienen que hacer los concejales, es vivir la vida
del ciudadano, así a lo mejor se enteraban de verdad de los problemas. Cuando
vieran el trabajo que les iba a costar llegar a las invitaciones, copas y festejos
a los que asisten a lo mejor empezaban a pensar en algo, porque, por ejemplo,
la tan aplaudida peatonalización sirve para coartar a los ciudadanos, pero
cuando ellos van a algo, los coches oficiales entran por cualquier parte que se
les antoje.
Me
cabreo, lo dejo, y para el que quiera mejorar, que se vaya a Los Ángeles, este año
va a poner una academia de flamenco Madonna. Ya mismo, las flamencas bailando
en pelotas. La evolución.
Hasta
mañana
Pepeprado
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