Preparándome
para la huelga de limpieza. Como estaba previsto, ya es un hecho. Tras una de
esas reuniones espectaculares pero totalmente inútiles, que se desarrollan
hasta las tantas de la madrugada, con el único objetivo de poder decir que se
han “sacrificado” por nosotros, la muestra de fuerza empieza esta noche.
Todo
previsto, pero el gran peligro es qué, a los sindicalistas que la lideran, se
les vaya de las manos y esto se convierta, no sólo en una guarrería de ciudad,
sino también en un carajal ciudadano.
Para
empezar, ya se han dictado eso que se llaman servicios mínimos, un 65% en el
Centro y un 40% en los barrios. Con esto, se producen dos peligros. El primero
y más evidente es, que cuando salgan a trabajar los quemadores de contenedores
y eso que tan eufemísticamente llaman “piquetes informativos”, que consisten en
unos piquetes que te informan de que te van a abrir la cabeza si no estás de
acuerdo con lo que ellos dicen, los líos van a estar a la orden del día y de la
noche, porque lo que es evidente es que una ciudad no puede estar en manos de
unos pocos y se supone que alguien puede y tiene que intentar poner orden, con
lo que el lio está garantizado. Lo segundo, qué, aunque más improbable puede pasar,
es que se cumplan esos porcentajes, se demuestre que con la mitad de la
plantilla, la ciudad no va a estar mucho mejor, pero tampoco mucho peor, y esto,
si a alguien le da por pensar, puede traer cola a los sindicatos. Veremos.
Fuera
de nuestro problema, el mundo sigue. En Japón se han cargado al llamado “rey de
la comida china”. Le han pegado tres tiros. ¡Joder que mal tenía que dar de
comer este hombre! Hasta ahora, por muy mal que te pongan de comer en un
restaurante, con no volver bastaba, pero es que estos asiáticos son muy drásticos.
Ya
por estos lares, nos enteramos que un banco venezolano ha comprado una caja de ahorros
gallega. Creo que es el primer damnificado de don Maúro que se está preparando su
futuro en el exilio, para descansar de su “inteligente” presidente.
Nuestros
fiscales siguen destacando por su amabilidad con la gente que tiene poder. Uno
de ellos ya ha recurrido contra eso de que investiguen apartamentos misteriosos.
Estos fiscales son de un comprensivo que asusta.
Mientras,
la Generalitat, que aún no está contenta con lo que cada día le regala don Montoro,
dice que eso de bloquear su presupuesto, le “cuesta unos 13 millones”. No ha
calculado lo que le cuestan sus embajadas ni las peregrinaciones de don Kunta
Kinte.
En
Andalucía, la jueza doña Mercedes ha metido en el talego a otros tres ERÉticos,
pero la Guardia Civil que es muy suya, no para; ha registrado la sede de UGT-A
en Sevilla. A saber lo que van a encontrar allí. Lo mismo encuentran hasta gente
trabajando y todo.
En
Málaga, aparte de la huelga, la otra gran noticia es el degüello de una mujer ayer
en La Cala. Cada día la sociedad es más violenta. Lo que antes era una simple
pelea de marus, ahora termina en degollina.
Hay
que buscarle un arreglo a esto. A ver si en estas fechas que llaman de paz y
concordia, nos aplacamos.
Creo
que con esto, casi me he puesto al día, así que me voy, pero dedicándole un
recuerdo al majareta que “tradujo” a su particular lenguaje de sordos el funeral
de don Nelson. Al pobre lo han metido en un psiquiátrico. Es más fácil que
meter allá a todos los responsables de seguridad del evento. En realidad, lo único
que hizo fue ponerlos en ridículo, que yo sepa no hizo nada más. Pero a alguien
había que cargarle el mochuelo.
Hasta
mañana
Pepeprado
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