Un finde para olvidar

Para los que no creemos en ciertas cosas, tales como qué las elecciones tal como están planteadas valgan para algo, o qué lo que se hace ahora y llaman fútbol lo sea de verdad, el finde ha sido terrible.

Desde principios de semana la cosa iba por ahí, pero desde el viernes, el asunto se puso infumable. Cualquier medio que intentaras escoger, radio, tv o prensa, te bombardeaba con los “problemas” de esos chicos que ganan millones y que nunca están contentos, o con las previsiones de los futurólogos políticos.

Al final, todo pasó. De lo de la pelota millonaria, la gran perdedora no ha sido la afición del Atleti, sino la doctora serbia, en tanto las grandes ganadoras han sido las yeguas, porque si lo del tratamiento cuaja, les iban a estar metiendo mano a todas ellas para preñarlas de continuo.

De eso que llaman elecciones, que básicamente es elegir entre los malos y los peores, y que solo sirven para asegurarles el sueldo a unos pocos (bueno, más bien a unos muchos), para qué hablar.

La única novedad ha sido que por una vez, no han salido todos diciendo que han ganado. Doña Valenciano anda haciendo pucheros y pensando si no habría sido mejor dejar de hablar del cañetazo y haberse dedicado a explicar algo. Del señor Pérez hasta ahora, ni se sabe. Andará preguntándose si los lobeznos que él crió cuando era ministro del Interior le han pagado cómo él creía le iban a pagar, y sus “amigos” del partido ya están buscándole el féretro. Por un lado, doña Carme(n), ya ha sacado su artillería, aunque la que se va a comer al partido sea doña Susana, que ya está afilando las uñas planeando la limpieza que va a hacer en Madrid.

De los otros, para que hablar. Don Mariano hablará seguramente dentro de dos semanas, según  es habitual en él, y sus huestes se aprestan a colocarse con vistas al futuro que los puestos van a estar escasos. Seguro que el señor Arenas lo tendrá claro, él tiene que sobrevivir, lo demás son pachangas.

Los demás, todos contentos, incluso sorprendentemente, el señor Menos, qué, cómo o circula en otra orbita estelar, no se entera de lo que pasa en el planeta tierra. En realidad se demuestra que han ganado los programas cutres de la tele y que los que más han despotricado en público son los que más han “gustado”. Resumiendo; tenemos lo que nos merecemos.

Malo lo de Europa en general, donde también han ganado espacio los más bestias. Ahora, todos a cobrar y a olvidarse de los votantes, que esos ya han cumplido.

En fin, que todo ha pasado cómo tenía que pasar. Ahora a ver si nos dejan tranquilos y podemos dedicarnos a nuestros escándalos de cada día.

De esto hay una noticia curiosa, escondida, dice que la gran banca, ha “adelgazado” su cúpula directiva. Pero, ¡ay! si se lee bien, ha reducido puestos de alta dirección (un 20%), pero…de los “consejeros” sólo un 2%. Es decir, le están cambiando el collar al perro.

Por lo demás, los directores de colegio, acorralados, piden árnica y se disculpan de todo lo que haga falta, y una franchute dice que “Los niños en España tienen muchos deberes y deberían jugar más”. ¿Donde habrá mirado esta mujer? Aquí, sigue el jugoso lio de las antenas repetidoras, del que hablaré un día de estos.

Total, nada interesante.

Hasta mañana

Pepeprado