Este lunes intentare
ser cortito en mis desvaríos. No sólo porque vengo de luchar contra la administración,
y eso agota. También porque me dijeron que escribo demasiado.
No me voy a
parar en los millones que la Caixa le dio a don Rato para hacer hoteles en
Alemania, ni en el descubrimiento qué, los pujolines, además de todo lo que ya se
sabe son, suman a sus virtudes, la de ser horteras, porque pintar un Porsche como
lo hizo “el Yunior” , tiene tela del telar.
Del accidente
de A400M en Sevilla, lo de siempre; esperar que hablen los técnicos, y recordar
qué, si estuviera doña Maleni en funciones, ya lo sabría todo y habría dado
detalles de los fallos, porque ella lo sabe todo.
Ni siquiera,
en el último “chiste” catalán; pagar por dormir acostado para los dolientes de
los pacientes en los hospitales. Muy bien, tíos, y muy social.
Prefiero “deleitarme”
en la foto que incluyo. Es de calle Nosquera, hecha el domingo por la mañana.
¿El porqué de la
foto? A ello voy. Allá por el doscientos y pico o trescientos
a.de C, se construyó la Vía Apia, la ”Appia longarum teritur regina viarum”, la
reina de las grandes calzadas romanas, y hoy, en el 2015, todavía funciona. En cambio,
nuestra calle Nosquera, la de la foto, ha sido (y está siendo) restaurada en su
calzada. No estaba en los planes que se publicitaron previamente para “tapar
baches” en la zona, pero como estamos en época de elecciones, o quizás es para que la Invisible esté más a gusto, se
le metió mano… al asunto. No está aún ni terminada, pero ya, en la parte
visible, simplemente con el regado matutino
de la gloriosa Limasa, se le quedan esos hermosos charcos. Aclaro que el regado
había sido hacía varias horas, no es que fuera reciente, así que cuando pase el
tiempo, no siglos como con la Apia, sólo meses, a lo malacitanamente tradicional,
veremos cuantos nuevos baches van saliendo a flote. Ahora, que cada cual piense
lo que quiera.
Con
esto, y la emocionante noticia de que la UMA “invierte en formar a un alumno 37.400 euros”, lo que es una de las
“inversiones" más baratas de
España (nadie sabe cuánto invierten las universidades patrias en, por ejemplo,
coches oficiales), lo dejo por hoy.
Admito
y agradezco comentarios sobre la extensión de mis desvaríos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario