
Siguen las perlas electorales. Hay que reconocer que unas elecciones son una fuente inagotable de ocurrencias y exquisiteces. Todavía esta semana no está ni casi empezando y solo se está planteando como quedar bien con el asunto de Kosovo, sin que salpique a ningún partido, pero sin molestar a nuestros prokosovares del País Vasco y Catalonia, que están fritos por apuntarse al carro de las independencias por coj… Pero a nivel más domestico, esas perlas continúan, y ya tenemos como mínimo dos muestras del uso del lenguaje como arma electoral que te dejan con los oídos a cuadritos. De una parte la siempre ocurrente Doña Magdalena, ante la imposibilidad legal de seguir con la inauguraciones a go gó durante la campaña electoral, ha soltado, así a cuerpo gentil, que mañana “va a ir a comprobar la puesta en funcionamiento”, en este caso de de un tramo de su amado AVE. Primoroso. Lo que se le ha escapado es que eso de “comprobar” suena a desconfianza en algo o en alguien. Ella sabrá.
Para no dejarla sola en el jardín lingüístico, Doña Esperanza, allá en
Por ahí fuera, un notición; en Birmania le van a meter siete años de cárcel al que exhiba Rambo IV. Es algo exagerado. La película es mala a rabiar (como todas las ramberas) pero tanto como para meter en la cárcel a los que la vean me parece demasiado.
Mientras en Málaga, la noticia, la gran noticia es que está lloviendo algo, poco, pero algo –la foto es de las diez y cuarto- y esto es para disfrutarlo. He visto una noticia sobre el tranvía de Vélez. “El tranvía de Vélez tiene fallos en 15 campos de su estudio y el déficit económico aumenta” (
Y todavía más localmente y refiriéndome a lo que dije el pasado día 14, referente al aforo del Cervantes y los actos cofrades. Esta semana he estado en nuestro teatro tres veces, las dos primeras (martes y viernes) en actos previo pago, con una asistencia de dos tercios el martes y de un 80 por ciento el viernes, es decir, sin problemas. En cambio el domingo, en un acto por invitación, por cierto novedoso ya que era la presentación de una nueva obra musical dentro de los actos del XX aniversario de
Pepeprado
lliNO dudo que sea acertada tu opinión de que "no caben todos los que desean ir", tal vez -pienso yo-, el problema sea que este país sigue siendo un espacio de cierto gorroneo, aunque también cabe otra posibilidad, no a todos les da el bolsillo para ir al teatro, aunque me inclino por la 1ª pues la segunda me da miedo pensarlo, ya que lleva consigo el darle la espalda a la cultura y no a la manduca y las copas. Eso querído, si sería grave.
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