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jueves, 14 de febrero de 2008

Los avances en las comunicaciones

Son muchos, pero parece que están mal repartidos. En un periódico nos dicen; “El Ministro de Industria apunta que la TV en el móvil será efectiva a mediados de 2010 “. En otro, se nos informa; “La falta de conexión informática retrasa la retirada de carnés a conductores imprudentes”. Para entendernos, que va a ser más fácil ver esos programas tan finos y educativos en tu aifón, que quitarle el carné a un irresponsable que nos puede matar. Estas son las cosas que emocionan y te hacen sentirte protegido por tus dirigentes. Como no se si lo de quitar el carné lo lleva Tráfico o Justicia, no puedo estar seguro de si el retraso ha sido por las obras de remodelación del piso del ministro. De esto habría que preguntarle al Corte Inglés que parece que es el que le está haciendo la reforma y de camino preguntarle si hay (o sigue habiendo) “tarjetas de cortesía” a fondo perdido para la gente que decide.

Aunque, realmente, parece que la culpable es la mudanza a las nuevas instalaciones de la Ciudad de las Leyes, que no está completada. Esperemos que alguna vez las mudanzas no sean solo de ideas, sean también de enseres y medios y se planeen adecuadamente. El decirlo es para dar ideas, ya que ahora es la época adecuada, la de las promesas. Por cierto, doña Magdalena nos ha vuelto a prometer la regeneración “definitiva” de las playas. El día que de verdad se hagan esos arreglos, todos los partidos van a tener un problema gordo en las siguientes elecciones, porque esta es una promesa que da mucho juego y siempre queda guay y pinturera.

Para los del respeto a las costumbres y la amplitud de miras, he visto una noticia estupenda: el Consejo Islámico de Indonesia recuerda que celebrar San Valentín “es ilegal” (el entrecomillado es suyo) y se lo dijo a la mayoría musulmana que es de “corte tolerante” (ahora el entrecomillado es mío). Esto sí que es amplitud de miras y respeto a la libertad de cultos.

Dejando estas desagradables cosas miremos a esta ciudad. Como ya se está acercando la Semana Santa, ya se están calentando las tradicionales polémicas de todos los años. Una de ellas, recurrente, es la que habla del Pregón y de la falta de aforo del Cervantes. Repito aquí por escrito lo que le he dicho viva voce a mi amigo Félix; Ya don Alberto (Einstein) nos habló de la relatividad y de la necesidad de enmarcar los problemas en contexto para entenderlos. Eso en términos muy, muy, generales vale hasta para esto. No se es grande o pequeño “per se”, sino en reilación a otros/as. El Cervantes, del que soy usuario habitual, es pequeño solo “relativamente”. Para ser más exactos; se queda corto para actos en los que todo el mundo va invitado. Cuando lo que se pone en escenario, es para ser disfrutado tras un esforzado y a veces doloroso trámite, el de pasar por caja, siempre (o casi siempre) quedan plazas disponibles. Por tanto, lo revisable sería la forma de disponer de las plazas, no el número de ellas. Para que no parezca comentario interesado, aclaro que nunca he ido, ni quiero ir, a ningún pregón, esto dicho manteniendo mi mayor respeto al pregón en sí mismo y sobretodo a los pregoneros, sean quienes sean.

Como se me ha hecho tarde, lo dejo. Mañana más.

Pepeprado

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