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miércoles, 20 de febrero de 2008

Mi país

Esto ha cambiado. Todos los valores que se enseñaban hace años parece que, directamente se han ido al carajo. Aquello del trabajar, ahorrar, el respeto a los demás, etc., ahora parecen cosas que están mal vistas. Tratar a las mujeres como señoras está mal, es una discriminación. Decir que una persona es negra (aunque lo sea) es racismo y xenofobia, lo que no me atrevo a preguntar es si decirle rubio/a a un rubio/a, también está mal y te puede traer problemas.

Recientemente un maestro ha sido condenado por xenófobo por decirles a los niños; maripilis, tontos y morenitos. Lo único, es que a un alumno que le ha dicho a su maestro que le pensaba abrir la cabeza de un hachazo (entre otras lindezas) solo le ha dicho su juez correspondiente “que se aparte del maestro”. Vale, sin comentario, que cada cual piense lo que quiera.

Ahora, solo hay dos cosas que son fundamentales; ir a castings para programas infrahumanos si se tiene una edad en la que ya se puede andar erecto o intentar colocar al nene impúber como estrella de la canción o de la danza para -que como papás del artista- se pueda vivir de ellos lo antes posible. Consiguiendo alguno de estos objetivos, ya se puede vivir sin dar clavo. Incluso si se es habilidoso/a y se consigue articular una “airada protesta” contra alguno/a de estos jurados tan profesionales y tan educados que deciden sobre la vida futura de los concursantes, se puede sacar un pico. Con un somero conato de follón, ya se puede ir de romería de cadena (de TV) en cadena contando sus penas negras. Para esto también es válido ser; el primo/a del cuñado de uno/a que tomaba café con el portero de la finca a la que una vez acudió el dentista de un famoso postinero, o cosa parecida. Con esas armas ya se puede ir a decir si el famoso se hurgó la nariz después de salir del cuarto de baño de la discoteca, y ¡hale!, a cobrar.

Todas estas aguas son las que han contribuido a traer estos lodos de mala educación, de ignorancia, de agresividad, y que voy a contar más, con que esta, nuestra sociedad nos invade día a día.

Aquí, lo de planchar los mítines del adversario; lo de apalear y atropellar con la moto a una compañera del cole; lo de poner as los maestros de vuelta y media; lo de insultar a quien sea, solo “porque te ha mirado”; o, cualquier cosa de las que se leen en los periódicos o se ven en la tele, se han convertido en normales. Todo es válido, (todo menos atacar al líder, eso no se consiente), todo es, incluso a veces, gracioso. Así nos va.

Lo único que en los últimos tiempos me ha llamado la atención, es que por primera vez se ha sancionado a un juez y se le ha quitado el poder decidir según su muy particular punto de vista. Yo creía que eso de ser juez obligaba mucho, pero con las cosas que salen en los media, parece que es más facilón; ajustarse a los intereses del partido correspondiente y punto. Todo lo demás vale; así se ven las sentencias que se ven. Pero parece que al menos se ha considerado que uno de ellos es humano y se puede equivocar y meter la pata. Algo es algo, por algún lado se puede empezar a recuperar la confianza ciudadana.

Málaga sigue igual, tranquila, solo que ya se tiene una idea de lo que falta en Marbella; El Tribunal de Cuentas fija en 355 millones el déficit de la era GIL”, se van a hacer viviendas de diseño en Teatinos (susto), y por fin una buena noticia; La tromba de agua en Málaga sí cayó esta vez en los pantanos”, bien, por una vez la lluvió se comportó y cayó en lugar adecuado.

Aparte de estas cosillas, ahora lo que nos interesa (o al menos eso parece) es meter la jeta en las declaraciones de Patrimonio de los políticos. Somos así de cotillas; eso debería de estar a disposición solo en caso de ser solicitado por y para algo, no para publicarlo en los periódicos.

Lo dejo, hasta mañana.

Pepeprado

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