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martes, 10 de marzo de 2009

La aviación comercial

No es porque la acabe de sufrir hace poco, sino porque conozco el paño tras muchisísimos (esto es más que muchísimo) años en ese tajo, por eso hablo. Al principio, viajar en avión era de lo mejorcito que podía haber. Dejando aparte que las criaturas para ir a volar se ponían sus mejores galas e iban vestidas como para ir de fiesta, y que ahora algunos vuelos parece que van directos a Molokai, la verdad es que el servicio en sí cada día es más desagradable, difícil e incomodo. Esto me lo ha traído a la mente esta noticia; La UE suspende la lista de objetos prohibidos en los equipajes de mano/…La Corte analizó el caso de un ciudadano austríaco que fue desalojado de un avión en 2005 por subir a la cabina con raquetas de tenis, objetos prohibidos por el reglamento europeo 622/2003 y recogidos en un anexo que, en concreto, en ese momento no había sido publicado en el Diario Oficial de la UE.” Para resumir y dejando aparte la peligrosidad inherente a una raqueta de tenis, solo comparable a la de la bomba de neutrones, ahora se le está pidiendo al aspirante a aeronauta pasivo, el don de profecía. El/La ciudadano/a que aspire a que lo transporten a algún lado, naturalmente previo pago, tiene que “adivinar” qué es lo prohibido. Si aplicamos el parámetro de lo de las raquetas, tres periódicos enrollados son también peligrosos de la leche. Creo, que lo siguiente será pedir que los aventureros/as del futuro éter, se preparen a viajar en pelota picada, para no ocultar nada, ni dejar nada a la imaginación, lo que en algunos casos será una alegría a la vista, pero en otros, con algunos cuerpos que circulan(mos) provocará un aumento en el consumo de las bolsas para vomitar, que por cierto, es de las pocas cosas que perduran en la oferta del viaje. Ya han desaparecido caramelos, toallitas y demás finuras aeronáuticas, pero las bolsas siguen, aunque con lo que se come en los aviones, ya no hay nada que devolver, ya se vomita poco.

En el mundo a ras de suelo, siguen las noticias que ya no son ni frescas. Todas hablan de desgracias, bueno todas no. Al Justiciero Implacable de Media España, parece que no le van las cosas mal. Aparte de que lo invitan a cazar mucho, ahora nos enteramos, que mientras le dan una excedencia, le pagan el viaje y le asignan una secretaria para que no tenga que llevar los papeles en la mano, echaba unos ratillos hablando de justicia social, pero sin practicarla y previo pago. Dice, que “no lo hizo de mala fe”, ¡faltaría más que admitiera haberlo hecho a sabiendas!, pero hay una cosilla que a mi me suena de algo; “la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”, ¿Dónde habré escuchado yo esta tontería…? Lo malo es que los incondicionales, ya se están acogiendo al tecnicismo de la prescripción y cosas así, pero hay otros que ya hablan de conferencias aquí mismo, cobradas en dinero de color afroamericano (no se puede decir negro, se cabrea el Gobierno) y la cosa puede ir a peor. Eso de enarbolar la justicia como una espada partidaria y tronante, queda bien, pero es peligroso. Es eso que hablan de sembrar vientos y recoger tempestades. Pero claro, eso, para los iluminados, no vale. Algunos están por encima de lo divino y lo que es peor, de lo humano. Son eso, divinos ellos, como Snoopy.

De las noticias malas esta; Las cajas prevén que este año haya 4,5 millones de parados Pero, para no apurarse mucho, viene esta otra; Méndez lamenta que el Gobierno vaya «a remolque de la crisis» a la vez que tildó de «insuficientes» las medidas adoptadas contra la recesión”. Es sencillamente enternecedor, ver como don Cándido se muestra de comprensivo y cariñoso con los que están consiguiendo el record mundial de parados por metro cuadrado. No es posible ni imaginar los rayos, truenos y centellas que este personaje, que lleva la tira enchufado en su puesto, cobrando de los currantes, exhalaría, lanzaría, y arrojaría, sobre cualquier otro gobierno, pero de este…, solo le da para un “leve lamento”, a la vez que lo considera una “víctima” de las circunstancias. ¡Sí, es que es como un padre! Es otra de las encarnaciones en humano mortal del espíritu del Buenísimo Rampante. Qué suerte tenemos al tener a criaturas de esta comprensión cuidándonos. Esos cuatro millones y medio de parados (4 y ½), no saben la suerte que tienen. Don Cándido vela por ellos.

Al menos en Málaga, algo bueno, menos mal; Agua: el doble que hace un añoNos podremos lavar; pobres pero limpios.

Hasta mañana.

Pepeprado

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