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viernes, 21 de marzo de 2008

Viernes Dolorido

Dolorido que no de dolores. Amaneció un día esplendido tras las inseguridades de ayer tarde noche. Las procesiones doloridas y entristecidas por su no participación ayer, por no haber hecho su mayor acto solemne; salir a la calle y mostrarse a Málaga. Todo por el tiempo, por ese tiempo que nos castiga con sequías pertinaces y nos ahoga con derrames puntuales de temporales de tamaño domestico pero desaforado. Ayer nos tocó la parte ingrata de esa meteorología que siempre nos preocupa pero que a veces pasa a abrumarnos.

Fue también noche de neo-metereólogos furibundos; de expertos de nuevo cuño; de opinadores de todo lo opinable; de toreros de barrera; en fin de falta de comprensión hacia los que tuvieron que tomar la decisión de encerrarse y no salir. A todos los que se vieron obligados a tomar esta decisión -en su momento, no ahora que ya sabemos que no llovió- debemos darles las gracias por hacer eso que nosotros no tuvimos que hacer y que es tan difícil; tomar decisiones ingratas, impopulares y dolorosas. Por lo menos yo, les estoy agradecido por no poner en riesgo ese patrimonio cultural que es de toda Málaga y que se debe salvaguardar. Gracias.

En las fotos, solo dos muestras de las no-procesiones de ayer; la primera, parece una muestra premonitoria de lo que vendría después. Es una puesta de bandera a media asta de la forma menos

protocolaria y rimbombante que se pueda pedir. A golpe de grúa y nudos manuales, huérfana de fanfarrias y atabales, de forma artesanal y l manejera, es la imagen de lo que se avecinaba, la arriada de ilusiones de muchos de la mano del necesario y doloroso pragmatismo. La otra foto, imagen de varales vacíos que esperaban ser llevados a hombros y que se ven obligados a esperar otro año manteniendo esas flores sinceramente ofrendadas en una cercana intimidad. Ambas son imágenes ya de un pasado y promesas de un porvenir; el futuro será mejor.

Para comenzar ese futuro, hoy tenemos las del Viernes Santo, las que han estado varios años castigadas por esa lluvia impertinente y que, por fin, parece que ya es su hora de estar entre nosotros. Las esperamos con ganas, con muchas ganas. Para disfrutarlas.

En el mundo siguen pasando cosas, casi todas desagradables, muestra de la perversion de esta sociedad. Los chinos ya han admitido que han reprimido a tiro limpio las protestas de los azafranados tibetanos; no pasa nada, la Olimpiada sigue adelante; la pasta es la pasta.

En nuestro pequeño mundo –Andalucía- nos ¿tranquilizan? diciéndonos que la sucesión del señor Cháves no se planteará hasta el 2012… ¡Cuán largo me lo fiáis! Imagino que será lo que se tarda en buscarle otro muñeco al ventrílocuo señor Zarrías.

En nuestro mínimo mundo –Málaga- nos dicen que los currantes de la construcción no van a encontrar trabajo, y lo dicen tan tranquilos. Pero entre todas, una noticia esperada; aprovechando que estamos mirando para otro lado –para la SS- se está fraguando la salida del talego de malayos, entre ellos de uno de sus buques insignia, el señor Muñoz. Como es natural, este, de devolver ni un duro; eso queda solo para el concejal de Mallorca, que es (que yo sepa) el único que en las últimas décadas ha devuelto lo malversado en este país. Un hecho que por cierto ha sido “poco publicitado”. Ya mismo don Julián empezará a hacer (todavía) más caja paseando su gentil apostura y la gracilidad de su verbo por las televisiones de postín.

Nos vemos mañana.

Pepeprado





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