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martes, 10 de noviembre de 2009

Memez a la enésima potencia

Es noticia sabida hace un rato, Demuestra tal calibre de gilipichez mental y tal cortedad de miras que para intentar encontrarle una explicación mínimamente lógica me he tenido que refugiar en una cita de Philip Dormer Stanhope, Conde de Chesterfield, quién dijo, seguramente pensando en gente cómo estos; “el hombre odia a quién le hace sentir su propia inferioridad”. Lo mismo expresa nuestro don Miguel de Cervantes, al decir, “quién mucho desea, mucho teme”. No encuentro otra explicación que su propio sentimiento de inferioridad y esos temores preñados de envidia y desconfianza de estos inútiles integrales.

La noticia (de EFE), que no tiene desperdicio es esta:

El Parlamento catalán contrata traductores para nicaragüenses / El Parlamento catalán ha contratado un servicio de traducción al castellano para atender, en la comisión de Cooperación y Solidaridad, a una delegación de Nicaragua que había pedido ser informada sobre la situación de la cooperación catalana./ Además, los dos intérpretes contratados no sólo han traducido del catalán al castellano, sino también del castellano al catalán, pese a lo cual ninguno de los diputados presentes utilizó los auriculares del servicio de interpretación.”

No tengo ni idea de la cara que se les tuvo que quedar a los nicaragüenses al ver que sus peticiones eran traducidas, para ser oídas por gente a la que ellos suponían iban a entenderlos a la primera.

Dejando a esta delegación -en la que tampoco se puede decir que yo tenga demasiada fe- aparte, el asunto de cómo gastan el tiempo y el dinero estos imbéciles en el Parlamento catalán (afortunadamente no todos los miembros, parece que algunos protestaron), es de juzgado de guardia.

No sé, hasta que punto sus votantes estarán contentos de que se gasten sus pelas en mirarse el ombligo continuamente y en despilfarrar lo que en definitiva pertenece a toda la sociedad y que es toda esa sociedad quién en definitiva paga. Estos son los mismos que cuando les pasa algo quieren que el estado acuda raudo en su ayuda gastando en ellos lo que haga falta y sin mirarse en presupuestos.

Por cierto, en un cierto momento de la noticia hay una hermosa apostilla, así solitaria y sin aparente explicación posterior ni aclaración, que dice; “Coste desconocido”. Para gente normal, como pretende ser el que suscribe esto, no creo que el coste pecuniario del asunto sea excesivo, pero el moral… ese queda de tamaño XXXL. Si a los ridículos que hacemos en las cosas importantes cómo los secuestros y cosas así, le sumamos el que se vaya sabiendo por ahí que somos unos lilas que despilfarramos el dinero en chorradas, nuestra credibilidad va a quedar a altura betunera. Pero, ellos son felices, van a salir en la tele.

Para que se vea que nos sobra el dinero, por estas tierras andamos así; Estepona/ Valadez reconoce que no hay dinero para todas las nóminas/ El acalde asegura que hay dinero para los sueldos de los funcionarios, pero no para las empresas municipales”. De los sueldos de munícipes y agregados familiares y parafamiliares no se habla. Se dice lo que “cuesta” (es término diferente al de “valer”, no es lo mismo lo que cuesta que lo que vale, estos cuestan mucho pero no valen un duro); “son casi cuatro millones de euros necesarios mensualmente para hacer frente a las nóminas de los trabajadores municipales”. Para no perdernos, los cuatro milloncejos, son 665.544.000.- de las añoradas pesetas. Ojo, más de 665 millones mensuales, y no para el presupuesto de Nueva York o Tokyo, para el de Estepona. Eso sí, nada más que de los considerados “trabajadores municipales directos”, hay 1.300. De los “asimilados”, ni se sabe.

Cómo empecemos a hacer cuentas de la gente que hay trabajando en este tipo de cosas, veremos que el país es grande, muy grande. Su economía es magnifica, de las mejores; si soporta todos estos despilfarros y todavía sobrevivimos es como para recordar aquel cuento que siempre decía; “¡Eres grande, Chispita!

Veremos que nueva chorrada nos trae este día.

Hasta la mañana.

Pepeprado

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