Es sorprendente, pero parece que todos los problemas del país se reducen a dos; funcionarios y jubilados. Para eso hacen falta los cálculos
En lo único a lo que el gobierno le ha metido mano, es a estos dos campos. Intentan convencernos que con echar a la calle o quitarles sueldo a los funcionarios y con atrasar las pensiones y recortarlas, ya está todo hecho. De lo de quitarles prebendas a los políticos, quitarles enchufes a las niñas del poder, controlar a las autonomías, eliminar unos pocos de miles de eso que se ha dado en llamar “asesores”, o dejar de dar subvenciones a los amiguetes, ni se habla. Eso no tocarlo, que ahí están los familiares.
Lo suyo es que los políticos se sigan jubilando a lo grande, que se les permitan los sobresueldos, se les admitan la multiplicidad de sueldos y cargos, y demás prebendas y sinecuras, porque eso, parece que no es dinero. Se les sigue arreando a los que han estado pagando sus sueldos y se espera de ellos que curren más y que si consiguen jubilarse, cobren menos. Muy buena la idea, y muy “social”, y para eso, naturalmente no hace falta ningún tipo de cálculo. Subidas a ojo y enchufes a dedo y todos (ellos y ellas, los elegidos) contentos, muy contentos y satisfechos, de lo bien que lo están haciendo.
Los y las, que siguen cobrando, mientras tanto, siguen manipulando, a veces, cómo en esta ocasión, trapicheando con las normas. Doña Sinde, la ministra de la SGAE, para poder beneficiar a sus amigos y darles todo lo que quieren tiene que sacar adelante eso que se ha dado en llamar “ley Sinde”, que mejor debería llamarse; “Ley de protección de unos pocos, a costa de cargarse los derechos de unos muchos”.
Había un leve riesgo (muy leve, ya que para estos menesteres están los votos pagados a los grupúsculos adherentes), de que el Parlamento le pusiera pegas, o cómo mínimo, la dejara con las vergüenzas al aire, obligándola a recurrir, sólo, al voto de sus correligionarios y “apegados”, con lo que su intención y tendencia se vería manifestada de forma clara y meridiana y su autoría plasmada para el futuro. Para evitar estos sobresaltos, lo que ha hecho, es camuflarla en medio de eso que han dado en llamar la Ley de Economía Sostenible, que es algo así cómo aquello de las JONS y los Ferrocarriles de Vía Estrecha, que servía para todo. Con esto, en vez de plantar cara a todos, la entremete en una comisión parlamentaria que es algo más domestico y domesticable con lo que la cosa queda difuminada. Todos y todas contentos y tas.
Asco dan estas cosas pero te ayudan a comprender el desánimo nacional. A todos los nacionales menos al señor Rodríguez que anda por ahí de excursión mientras los arruinados del país ya están empezando a descargar su desesperación a tiros con jefes inmediatos y banqueros.
Ahora le pedirá un informe al Gran Visir y despachará esa desesperación con palabras vanas y vacuas, y ¿cómo no?, echándole la culpa a la señora Merkel.
Le queda poco, ya que don Felipe se anda postulando y ha pisado el acelerador para formularse como salvador de todo, pero lo mismo, este, ni de eso se da cuenta.
Yo sí que me quedo aquí y esperaré tiempos mejores.
Hasta mañana.
Pepeprado
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