Hablemos
del finde. Lo pasé bien. Por purita casualidad pasé frente al antiguo cine Andalucía
cuando los bomberos estaban terminando su labor. Afortunadamente se veía que todo
estaba controlado. Ahora el ayuntamiento pide a los propietarios que terminen
de echarlo abajo. Es otro trozo de la historia de Málaga que se pierde.
Incluso
fue noticia doña Mercedes, que se recasó, y con su mismo marido. Y hasta salió
en la tele… sonriente. Increíble.
Ayer
domingo, estuve oyendo a la Banda Municipal que dio un magnífico concierto en
la Plaza de las Flores. Lo hacen muy bien, ahora el problema está en que el aforo
se les está quedando pequeño y, en lo que a mí respecta, corro el peligro de
que se lleven los conciertos a otro lugar menos familiar. Crucemos los dedos.
Tras
el finde, hoy parece que es el Día Mundial del Avión Sinestrado. Por un lado
sigue el misterio con el desaparecido. Hay teorías para todos los gustos, y ya están
en tela de juicio los pilotos, la tripulación y hasta el que vendía los helados
en el aeropuerto. Esperemos a ver qué pasa al final, pero yo sigo pensando que
esto ha sido un accidente más y qué, desgraciadamente, están todos en el fondo
del mar.
Pero
es qué, hay otro avión en candelero. Uno de la compañía Delta que se fue desarmando
durante el vuelo. Por lo que dicen, se le cayó, así como suena, parte de un ala
durante un vuelo. Suena terrible, pero viendo el lado positivo, cosa que es muy
fácil ver desde mi sillón, pero que a los que iban a bordo les costaría un
huevo ver, da confianza qué, a pesar de estar perdiendo cachos de ala, siguiera
volando y aterrizara. Por si acaso, aclaro que a mí me gusta que los aviones aterricen
enteros.
Aviones
aparte, en este país siguen saliendo las noticias habituales. Por ejemplo que
la Comisión de Energía se gasto una pasta gansa, 19 millones, en un edificio
que no les ha servido para nada. No veo muy claro que estos linces se hayan “equivocado”,
más bien me parece que acertaron en “lo que ellos querían”. Si esto no es así,
please, que se expliquen.
Cómo
es natural, doña Maleni ha dicho qué de dimitir, ni flowers. Que ella es
española y los españoles no dimiten nunca. Faltaría más.
Los
que se pasan tres pueblos son los etarras y batasuneros, que ahora ofrecen
viajes “para conocer Euskal Herria desde
su lucha”, dando a "sus" turistas la oportunidad de estar en actividades
en pro de los asesinos encarcelados, pedir la independencia, visitar ese
prodigio de cultura que es Gara e, imagino qué, si pagan bastante, participar
en algún asesinato o secuestro. Es la comercialización del terror. Asqueroso.
Dejo
esto, especialmente preocupado por esta noticia. En tiempos en los que todos
los negocios bajan, aparece esta noticia; “El
comercio mundial de armas crece el 14% en cinco años”. Es quizás uno de los
mayores indicadores de la hipocresía mundial.
Hasta
mañana
Pepeprado
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