Hoy
es uno de esos días en que lo tenías todo previsto y al final no aciertas una. Ayer
estaba tan tranquilo pensando que hoy me iba a Madrid a ver el Rey León, preparando
estos papeles para dejarlos listos temprano, pero un güasapazo imprevisto lo
cambió todo.
Tenía
hasta previsto hablar aquí, de que don Guillermo Puertas, en ingles don Bill
Gates, había vuelto a ser el hombre más rico del mundo, naturalmente según
Forbes que es el gurú de estas cosas. También iba a hablar de qué don Blesa, cómo
es habitual, “pasaba por allí”, pero
que no tenía ni idea de qué había pasado en Bankia, e incluso alegrarme porque Europa
quiere que se ponga en marcha el Metro de Málaga, para lo que han aflojado unos milloncejos de nada…
Pero
todo eso pasó a segundo plano. El güasapazo era de mi nuera Anita que me comunicaba
que iba a traer, ¡ya! al mundo a nuestra segunda nieta, Y a partir de ahí...ni Rey
León, ni leches. A trotar y a disfrutar de esos momentos.
Cómo
afortunadamente todo salió estupendamente, y la nueva ciudadana del mundo llegó
en perfectas condiciones, todo lo anterior pasó a segundo plano. Ya, esta
mañana, la segunda parte, que ha sido ver cómo Clara contactaba con su hermanita,
lo que ha sido un espectáculo primoroso digno de verse.
Entonces,
ahora cuando lo pienso, estoy completamente seguro. Con la familia y los amigos
que tengo, pienso que el Forbes ese de las narices está completamente equivocado;
el más rico del mundo soy yo.
Os
dejo, voy a disfrutar de este día, mañana el mundo volverá a ser triste, pero
hoy no, hoy es un día grande. ¡Olé con los imprevistos!
Hasta
mañana
Pepeprado
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