Principios

Un lunes es por definición, un principio de una nueva semana, y este, sale cargadito de algunos principios que ya le vienen desde el sábado.                                                          Por las antípodas, dicen que creen haber oído señales del avión perdido. Suerte. Ha muerto el actor Mickey Rooney, que es además admirable porque se ventiló a las mujeres más guapas de su tiempo… con el tipo que él tenía. Descanse en paz, tenía que estar cansado.                                                                                              Por estas latitudes, hay de todo. La policía admite algo que todos sabemos; que tras los follones en las manifestaciones, hay una organización experta en guerrilla urbana. Ahora, que sigan la pasta y encontraran a quienes los financian.                        En el país de los delirios, se quejan ya, ¡por fin!, los damnificados del señor Menos. Hay padres de 25 escuelas que piden algo tan simple como la educación bilingüe, algo que está recogido en la Constitución y que sorprende tengan nque mendigarlo cuando es ley.                                                                                        En la Cortijá sigue el acoso a doña Mercedes para que sus protegidos vayan al tribunal de “la familia”. La juez ha dicho que nones, pero me da qué estos son capaces de meterla a ella en la cárcel antes que defraudar a los suyos.                              Han salido las cuentas de la policía autonómica de la Junta, algo que nadie ha visto. Gastan el 40% de su presupuesto en escoltas a los elegidos, y se les van unos 6 milloncejos al año en “protección de personalidades y sedes”. No importa (bueno, no les importa a ellos, a los ciudadanos sí), es pólvora del rey.                                         Ahora, lo personal. Aunque no acostumbro a ir al Pregón de la Semana Santa, este año, cómo lo daba mi amigo Félix, qué además tuvo la deferencia de invitarme, fui al acto el sábado.                                                                                                     Empezó con un breve concierto, en la calle, ante el Cervantes para que todos disfrutaran de la música y para evitar que el acto en sí, fuera extremadamente largo.                                                                                                                 Ya dentro, tras una breve y clara lectura del acta de nombramiento del acto, vino la esperada muestra de hipocresía de quién, previamente, había dicho del presentado, “qué era una persona en las antípodas de lo que debería ser un pregonero”, y qué, en un ejercicio de fariseísmo activo, presentó a Félix como si fuera su amigo del alma.

0Tras eso, el Pregón, así con mayúsculas. Para empezar tengo que decir qué, a título personal, me hizo sentirme orgulloso por ser amigo de tan estupenda persona. Dejando aparte la mutua amistad, me dispuse a oírlo con espíritu abierto y sin prejuicios (contra lo que piensan algunos, no lo había escuchado previamente), y me impactó. Fue un ejercicio total en el que se combinaban recuerdos, datos y sentimientos. La composición literaria fue magnífica, con un lenguaje fluido, lejos de almibares extremos (sin dientes como perlas ni cosas así), exento de florilegios rebuscados, con una métrica muy equilibrada y una interrelación de contenido que fue fluyendo de forma natural. Esto en cuanto a la forma, en cuanto al fondo, lo dijo todo y lo dijo alto, fuerte y educadamente, cosa a lo que no estamos acostumbrados últimamente. Para contarlo todo, no le hizo falta llegar a tocar ningún tema personal, ni llegar al escarnio de nadie. Si, a todo esto, le unimos una perfecta dicción y una oratoria medida y emocionada, nos da el resultado; un Pregón fantástico y emocionante. Enhorabuena, Félix. Gracias por dar a Málaga esta perla para el recuerdo y ser el mejor inicio de la próxima Semana Santa.

Tras esto, no quiero añadir más. Sólo pongo fotos del Tribunón, y me voy.

Hasta mañana

Pepeprado