Todos los días nos dicen que somos
el futuro, que estamos en una civilización que es la repera de adelantada, que
nuestra cultura va a mil por hora… Vale, pero no me lo creo.
Ves las noticias, y suenan cada vez más
medievales, aunque sin el brillo de algunos pensadores y artistas de aquella
época.
Unos salvajes andan decapitando gente
simplemente por no ser de su religión; otros entierran vivas a las jóvenes y niñas
porque sí; en los partidos de fútbol los presuntos aficionados de estas
civilizaciones cultas, apedrean a jugadores y árbitros; los sátrapas de este país
siguen campando a sus anchas y haciendo de su capa, y de la nuestra, su
particular sayo; en los conflictos, como por ejemplo el de Ucrania, unos
anuncian un alto el fuego y el contrario lo desmiente; en algunos países americanos,
los secuestros exprés son moneda de cambio habitual, e incluso en la ultra civilizada
Inglaterra, salen noticias que ya, ya, con niñas esclavizadas y patriotas que
se van a Oriente a matar a colegas de país. Incluso, aunque esto parezca de tono
menor, un juez dictamina que los padres han secuestrado a su hijo, sin pararse
a averiguar mucho más, aunque reconozco, que en este asunto si han vuelto a demostrar
algo que a mí me maravilla; que si un juez se la tiene que envainar, se la
envaina. Es impensable que en esta península ibérica, haya un juez que diga directamente
“me he equivocado y revoco el fallo”. Aquí,
se practica otra clausula medieval, el
sostenella y no enmendalla.
Por todo esto, no me creo lo de la civilización
avanzada, vamos para atrás como dicen de los cangrejos, aunque en realidad,
hasta los cangrejos lo hacen mejor, pues andan no para atrás, sino de lado.
Hablemos ahora de este civilizado
país, donde los bárcenas, los pujoles, los matas y demás ralea, campan a sus anchas,
y cuando el ministro del ramo apunta con el dedo a alguno, cada cual se
envuelve en su bandera y sus correligionarios… los perdonan.
Es lo que ha pasado con la comparecencia
del ministro Montoro. Esta mañana, noticiarios y tertulias, se dedicaban más a
despellejar al ministro, que a denostar a los defraudadores. Todo, para arrimar
el ascua a su sardina política. Una vergüenza.
Para demostrar como funcionamos, hay
una encuesta que dice esto “Sólo el 16%
de los españoles está dispuesto a participar en la defensa del país”. Sólo el 16%. Lo que me gustaría saber es que espera el otro
84% que pase si, por ejemplo, unos islamistas de por aquí cerca, decidieran
venirse para acá con malas intenciones. ¿Invitarlos a comer paella?, o simplemente
esperan que sean otros los que los defiendan, por ejemplo, los adiados yanquis,
mientras muchos de ellos pastan en el botellón de turno. Estamos arreglados.
También me gustaría saber que tienen en el cerebro esos dos
menores a los que han imputado en Sevilla, “por
deslumbrar aviones con láser”, aunque también, a falta de aviones, deslumbraban
a conductores de la N-IV. Seguramente pensaban que esto de ver a la gente
matarse, es una gracia muy torera. Ahora, el juez los castigará sin phoskitos durante
tres días… por “la travesura”. Si
alguien se mata, se le echa la culpa al tabaco o a no llevar puesto el cinturón
y listo.
También siguen matándose guiris haciendo balconing, que más bien se debería llamar, gilípolling. Otro colega
está muy mal, pero de la cabeza ya andaba mal antes.
Todos esto, queda oscurecido para la people, por esta deslumbrante
noticia; “Ramos le lleva la contraria a
Cristiano Ronaldo”. Apasionante, es el choque de dos culturas.
Hasta mañana
Pepeprado
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