segundo dia

Hemos echado fuera el segundo día completo en este monumento de ciudad. Esta mañana nos hemos dedicado a una visita general a la ciudad, con especial parada en los Foros y después al Coliseo. Lo de los Foros está muy bien, pero hay que ir fisicamente muy preparado, porque es subir y bajar colinas, y el suelo es, todavia, el que hicieron en la época, con lo que el asunto tobillos, corre riesgos importantes. En esto de las solerias, las de épocas imperiales siguen ahí, otras, en los barrios, más contemporaneas, estan como si las hubiera elegido doña Ssselia, es decir, hechas unos zorros. Se ve, que aparte de para cortar gañotes, los legionarios romanos se aplicaban a eso de la construccion con bastante buen ánimo y probada calidad.
Ahora, hablemos del Coliseo. Para empezar, su historia. Lo mandó construir Vespasiano en el año 72d.C., y lo inaugurá su hijo Tito, en el 80 d.C. Es decir, se construyó en ocho años, bastante menos de lo que, en pleno siglo XXI, va a durar la construccion del Metro de Málaga, del que sus inicios se pierden en la noche de los tiempos, y su final ni se distingue en el próximo futuro. Encima, está en bastante buen estado, tenendo en cuenta que le han pasado por encima más de veinte siglos. A ver si aprendemos, o fichamos un Vespasiano que ponga orden en la Junta y el Ayuntamiento.
Aparte de estas notas culturales, en el asunto papeo, se come de muerte y también comparando, los camareros no son tan agresivos cómo lo son ahora en Málaga, donde el circular por algunas calles es un continuo ataque y un agobio ininterrumpido. Estamos andando tela del telar, pero reponiendo fuerzas adecuadamente, así que lo más damnificados son los pinrreles, pero estos, cuando vuelva ya los pondré adecuadamente en remojo. Todo sea por la cultura.
De asuntos ibericos, simplemente, "no se os puede dejar solos". Ya he oido que han entalegado a otros treinta y tantos y que han vuelto a abrir algunos apuntes de los cursos andaluces. Por lo tanto, seguimos cómo estabamos, aunque me sigue sorprendiendo el silencio sobre Málaga y sus enjuagues, que todos sabemos que haberlos haylos. Esperemos que todo llegue, por una cuestión de higiene ciudadana.
Lo voy a dejar, estoy fundido. Mañana temprano colgaré esto y seguiré luchando contra las adversidades del turista.
Hasta mañana.
Pepeprado