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lunes, 19 de enero de 2009

Lo políticamente correcto

Antes de nada, pedir ayuda para conseguir que el señor Obama, en su toma de posesión de la Casa Blanca pudiera incluir la presidencia del Madrid, a ver si así nos dejaban tranquilos. Otra solución sería hacer jefes totales a don Raúl y/o a don Mijatovic, como otra forma de conseguir que dejen de dar la vara y lo demás podemos ver telediarios en paz.

Pero, dejando aparte esta gilitontéz, lo importante es eso, ser políticamente correcto. Para ajustarse a norma, nada mejor que darle la razón a los que hacen cosas malas. Es lo que mola.

Esto viene a una noticia que he encontrado en 20M de hoy. El tronante titular es el siguiente; ““Precio de dos ‘pizzas’ robadas: 25 euros... y cinco años de cárcel”.

Aquí es donde empieza la corrección política. Hay que rasgarse –inmediatamente- las vestiduras, invocar a los astros y llorar amargamente. Para poder ejercitar el dolor, hay que leer la noticia, que entre otras cosas dice;

Dos jóvenes veinteañeros cumplen prisión preventiva a la espera de que los juzguen por robar la mercancía de un repartidor/…/El suceso se remonta al pasado 28 de diciembre/ Los dos jóvenes se encontraban haciendo botellón junto con un grupo de siete amigos en el Barrio de Moratalaz, en Madrid /Según el relato que hizo a la Policía el repartidor presuntamente agredido, el grupo le cerró, tirándole al suelo(David y Enrique dicen que se cayó solo), provocándole algunas contusiones y la rotura del manillar del ciclomotor./El grupo posteriormente huyó, dispersándose. Cuando los agentes se personaron en el lugar de los hechos, en los alrededores sólo quedaban David y Enrique, y las pizzas ya habían volado”.

O sea, que estas criaturitas; se pusieron trompas a gran velocidad; cuando apareció uno -que ¡ojo!, estaba currando en Navidades- lo acosaron; lo tiraron al suelo; le quitaron su mercancía, y pasaron de él tras el talegazo. Estupendo. Dejando aparte que en el tratamiento de la noticia, el repartidor es “presuntamente agredido”, mientras que lo que dicen los jóvenes es tratado “como verdad de ley”, parece que la cosa no es tan grave. Significa que lo de acosar, pegar, apalear, robar y denigrar a alguien es “cosa menor”. En la defensa de estos energúmenos, se hace una equiparación con los errores de juicio del Código actual, para, por aplicación de una deformada regla de tres, intentar minimizar el asunto basándose en una evaluación comparativa con otros delitos actuales. El razonamiento es; “sí gente que roba millones está en la calle, estos, que han robado poco, merecen una medalla”. Es un razonamiento perverso. La regla de tres a aplicar, tendría que ser; “sí a estos les aplicamos dureza, a los otros todavía más”. Es posible que sí las cosas fueran más serias, se estudiarían penas más ajustadas, (esta que se les aplica es realmente excesiva, pero alguna sí que hay que aplicarles) e incluso conseguiríamos que la importación de delincuentes extranjeros bajara. Hablo de esos que vienen al calor de nuestra “bondad”. Por qué… somos buenos a reventar, pero a reventar… nosotros. Por cierto, algunas de las argumentaciones para eximirlos de culpas, son las tradicionales en lo políticamente correcto; que son jóvenes, que están en el paro, que estaban pegándole al tarro, etc.… Si la agresión la hubieran hecho unos pocos trabajadores de una cierta edad, sobrios y honrados, la cosa sería diferente. Entonces habría que “ejemplarizar” y se les cargaría la mano.

Pero eso no interesa. Es mucho mejor perder el tiempo con estas chorradas; E-Cristians comienza su campaña en los autobuses de BarcelonaDedicarse a pintar autobuses en pro o en contra de cosas que pertenecen a la decisión privada de cada uno, me parece una sublimación de la chorrada ciudadana. Lo único que me sorprende en esto, es lo siguiente. Con la crisis y la falta de pasta que hay, ¿es normal gastar dinero en estas tonterías?, ¿esto, quien lo paga… de verdad?

Para buscar más motivos de guerras sintácticas y semánticas, se siguen buscando nuevos empleos a palabras que parecían estar definidas; Una romería laica”. Esto es en Málaga. Es una salida cercano-campestre al monte san Antón (tampoco es una escalada al Kilimanjaro). Lo curiosón del asunto es llamarlo… romería laica. Para que fuera laica fetén, sería cosa buena y pertinente, ir pensado en cambiarle también el nombre al montecito aludido. Llamarlo por ejemplo… monte del camarada Antoñito. Quedaría mejor la cosa, ultra laica y guapetona. Mejor dejarlo y pensar… Hasta mañana.

Pepeprado

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