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jueves, 1 de enero de 2009

Otro más


Ya pasó el 2008, ya llegó el 2009. Vale, de acuerdo. Eso, a seguir con el día a día, aquello del inasequible al desaliente y dale que te pego.

Como hoy nadie estará para leer cosas importantes, solo contar como anduvo la cosa por la plaza anoche. Estuvo bien, la gente de divirtió, la música bien, los cantantes y cantantas, bien, a decir verdad, sonaron bastante mejor que otros años y en general la cosa funcionó. Aparte de los gilipuertas de siempre que se juegan el bigote, retozando con fuegos artificiales que no saben manejar, con los que seguro que en algún momento meterán la pata (gorda) y que cuando un día se salten un ojo se van a acordar de lo listos que son y lo bien que habrían estado metiéndose los cohetes en los…, todo bien. Sin follones y sin discusiones.


Puede que sea mi apreciación personal, pero me pareció la noche, menos ajetreada y más tranquila que otros años, con menos follones e incluso con menos potas por las esquinas. Siempre hay cebollinos de esos que consideran que divertirse es a plazo fijo y con tajada inmediata, pero si no hubiera majaretas, no se podría distinguir a los inteligentes.

Quizás la no-crisis haya conseguido lo que nadie, retomar la vida amistosa-familiar y la vuelta a los fiestorros tradicionales en casa de algún amigo con espacio disponible, dejando un poco fuera esas pseudo macro fiestas del porro y otras cosas, en las que aparte de costar una pasta gansa, casi cualquier cosa era posible (menos comer bien y/o beber cosas conocidas). Si es así, algo es algo.

Pongo una secuencia de fotos, en las que se ve, como fue la cosa, incluyendo al aspirante a tuerto con la bengala, la post-fiesta más o menos a las tres de la madrugada y, –como se dice ahora- la puesta al día de esta misma mañana, a eso de las nueve. Todo pasa, ahora queda echar fuera este año, pero seguro que también podremos con él.

Las teles, ¡psé…!, a lo suyo, a echar balones fuera con programas baratitos y sin arriesgar.

Lo dejo por hoy, no quiero dar la vara demasiado, habrá a quien le duela la cabeza. Además, a mi me gusta ver y oír el Concierto de Navidad de Viena (tranquilorro que se ha hecho uno). Me calma las inquietudes y pienso que hay otro mundo.

Hasta mañana y mis mejores deseos para los Reyes.

Pepeprado

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