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jueves, 22 de mayo de 2008

Hasta los . . .

Aparte de que no se puede “mirar” la prensa -ni ver la TV- porque desde todos los lugares te saltan a la cara las imágenes de los asesinos iluminados últimamente cazados, poco se puede hacer. Por cierto que el jefe de los matadores profesionales, incluso parece el hermano gemelo del “Solitario”, en aspecto y en talante. Parece que la apariencia marca.

Dentro de las cosas que hay que mirar y estudiar; “Zapatero asegura que la subida de la luz tendrá en cuenta criterios sociales”. A ver si es verdad, aunque a mí me suena a pegado eso de estudiar las rentas. Para empezar suena raro eso de que por el mismo producto se pague diferente según diga el ministro de turno. Ya veremos, hay que tener fe..

Lo que motiva el titulo, es decir, el estar hasta los cacharritos, se refiere a la dichosa Eurovisión. Estoy loco porque llegue, pase y se olvide, porque el machaqueo con el chikileches es constante. A mí, me pareció lindo y superfino que la cadena pública, la pagada por todos, escogiera para hacer ricos a sus dirigentes, el producto de una cadena privada. Suena rarillo, pero como dicen que está avalada esa elección por unas votaciones, que por cierto me acabo de enterar que fueron el día antes de las de este gobierno, hay que aceptar los resultados (estoy hablando de todas las elecciones, incluso de esas en las que no se sabe quien ha votado). Pero lo que no es de recibo, es que ni el Defensor del Pueblo (por cierto, ¿este señor a que se dedica?), ni Amnistía Internacional ni ninguna ONG que se precie, nos defienda a los seres humanos normales (aunque atípicos) a los que, ni nos gusta ni nos deja de gustar, pero a los que nos tienen continuamente bombardeados con las chikihorteradas a troche y moche. Eurovisión nunca fue la antesala de un Parnaso musical, todos los años había un par de desgarros en el telón de la cultura auditiva, pero el nivel de calidad medio era bastante aceptable, incluso en algunos años la media subió a buen nivel. España, en manos de su cadena representativa, mandaba productos “razonables”; algunos años no eran para tirar cohetes, pero al menos eran soportables, incluso agradables, otros, eran de bastante buen nivel. Pero lo peor del asunto, es que dentro del desmadre eurovisivo, se ha llegado al paroxismo desbocado; creo que fue ayer cuando oí de pasada que el actor que berrea, había dado una especie de seminario sobre su invento y me parecido simplemente otra chorrada más, pero… resulta, que el asunto ha tenido lugar, nada más y nada menos, que en el Instituto Cervantes, el supuesto reducto inexpugnable de nuestra cultura. Instituto que por cierto también pagamos entre todos y que sirve para “colocar” a afectos sin colocación electa. Creo honradamente que habria que pedirle algunas cuentas al director de esa sucursal. Voy a dejar esto porque me apena, y me voy con unas pinceladas esperanzadoras.

Dejando aparte una noticia (20Min) que informa de que en Tokio un loro perdido volvió a su casa porque se sabía la dirección y la dijo, en un terreno físicamente más cercano, un par de noticias reconfortantes, la primera de Fuengirola; “El aprender no ocupa lugar... ni tiene edad”. Eso está muy bien, siempre hay que seguir intentando aprender más y sobretodo mejor, esto lo digo como practicante; cada día es una oportunidad de aprender algo. La segunda es aún más reconfortante, viene de Marbella y es una muestra de sinceridad importante, sinceridad que allí parecía haberse evaporado en los últimos tiempos; "¿Es el 112? Acabamos de robar y nuestro coche está ardiendo". Los fulanitos que habían pegado el palo, se la pegaron, quizás por haber comido previamente en el establecimiento, y después pidieron ayuda, pero… diciendo la verdad. Eso es importante. Es una prueba de la regeneración moral de los chorizos del municipio. Ahora si conseguimos que también digan la verdad y donde han puesto el dinero los malayos, a lo mejor la cosa se arregla. Suerte.

Hasta mañana. Pepeprado

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