Otra vez lunes

Se ha terminado el puente con su rémora de muertos en la carretera y de malos ratos para muchas familias. Ahora nos queda que el señor ese que promociona gafas, nos diga lo bien que vamos y que los que se mueren son menos y más bajitos. Mientras, sigue el concurso entre motoristas y DGT a ver quien comete más locuras; mientras algunos (afortunadamente, muchos no) motoristas siguen haciendo locuras, la DGT va ganando a base de mantener esos quitamiedos que cada vez más son ponemiedos. A ver si los del Gobierno ahorran de algún lado, por ejemplo en obras de reforma de pisos, y reforman esto.

Durante el puente la noticia llamativa más importante ha sido la muerte de don Leopoldo Calvo Sotelo. Una pena, fue un hombre al que no pudieron insultar ni achacar ninguna bajeza, ni antes, ni durante, ni después de sus paso por la Presidencia del Gobierno. ¡Como sería este hombre, que ni Alfonso Guerra pudo insultarle! De él, lo peor que se dijo es “que era demasiado serio”. Con esto se nos retrata, preferimos a los jaraneros, mentirosos y trápalas que han venido detrás, que a los eficaces serios y educados. Así nos va. Descanse en paz él, nosotros no. Él se fue, y ojo a lo que nos deja.

En comparación y para demostrar que no todos somos iguales, una noticia de otro político que merece ser leída: “Los Blair compran una mansión en el campo por 4 millones de libras” Son un matrimonio muy hacendoso, ya tienen 4 o 5 (lo dice el articulo) casillas como esta. Que cada cual piense lo que quiera, a mí me gusta más la forma de ser de don Leo, aunque fuera serio.

Otra cosa que da risa es lo siguiente; “Editores y televisiones privadas piden la desaparición de la publicidad en los medios públicos” ¿Esto como se va a conseguir? Si la cosa se pone “todavía más” deficitaria, ¿Dónde metemos entonces a los amiguetes a los que hay que pagarles las adhesiones a base de programas? ¿De verdad se creen los de las privadas que les van a hacer caso? Esto es impensable sobretodo porque ellas mismas son dóciles con los que mandan y no se hacen respetar. Por eso seguiremos como estamos y por ejemplo dedicaremos de cuatro a cuatro y media horas en ver una peli en Antena3.

Pero no pasa nada, el Madrid ha ganado la liga, Raúl ha montado su numerito en la Cibeles, numerito que ha costado la friolera de 400.000 euros, es decir el equivalente a salvar la vida a miles de niños en África, y todos contentos. Lo malo, es que ahora nos quedan unas semanas de aguantar a los pontífices futboleros explicando y realzando lo que pasó y lo que podía haber pasado. Y mientras el futbolero irredento toreaba de salón en la fuente (pobre diosa, para lo que ha quedado), en el otro extremo, el torero Adorado, el Deseado, Aquél ante el que todos los exquisitos babean, se dejó coger (otra vez) con esa mirada extraviada con la que sale al ruedo y esa mente en otros lugares mientras el toro cumple con su obligación. Para mí que en lo de torear entra dominar y someter, esas batallas campales, sangrientas y doloridas, con intercambio de trompazos y achuchones, me parecen “poco toreras” y se me asemejan más a los espectáculos circenses de la antigua Roma. A ver para cuando llegan los controles, porque para esto ni Dios dice ni pío de permitirlo todo y dejar que la tragedia esté latente en todos los momentos. Lo de siempre, incoherencia e hipocresía. Pan y circo, todos felices. Cuando pase una tragedia todos a lamentarse y a mirar para otro lado.

Una fotito de esta mañana; a mi plaza le han quitado un chiringuito pero ya están montando otro. ¿Para qué? Me enteraré y lo contaré mañana.

Hasta mañana. Pepeprado