Sábado fin de Mayo

Amanece como se está convirtiendo en normal; bien, después se nubla, más tarde se aclara y al final los que no nos aclaramos somos nosotros, no sabes si coger el impermeable o el bañador. Ya veremos.

Ayer tarde de Secretos. Yo como preferí irme con el amigo Tchaikovsky, al que conozco hace más tiempo y no están las cosas para cambiar de amigos, me los perdí. No se puede estar en todas partes (aunque lo diga Tráfico). De todas maneras, para dejar constancia les hice una fotos a los ensayos, incluyendo al público expectante y al que se juega el bigote en los andamios, como hacía mi hijo en otros tiempos, esta tarde si estoy en mis cabales las colgaré.

El día no me invita a escribir, sobretodo en razón de las cosas que lees a vuelaojo; “La comida rápida descontrola el apetito y fuerza a comer más”. Increíble, cuanto más chunga sea la jamancia más comen. No lo entiendo, me estoy haciendo viejo y cada vez me gusta más el jamón. Otra; “Las mujeres del norte de España son las que menos hijos tienen”. Es que son más feas (con perdón). Aquí solo salir a la calle y derramar la mirada es una alegría. En el norte, te sientas en un bar y parece que desfilan ante ti algunos sargentos de caballería de los antiguos. (No hay más que ver las fotos de las etarras, no hay una que valga un guí). Otra noticia más; “Destrozan una mansión de Marbella durante una fiesta juvenil”. La muy gilipuertas de la cumpleañera convocó por Internet. Una lumbreras, vamos. Papá estará orgulloso de esta futura Premio Nóbel y de sus amistades.

Como se comprende, con estas noticias es mejor dejarlo. Me voy con mi mujer y con Rirri a las cruces de Mayo de la calle Alcazabilla (está vez sí, es de verdad). Allí me encontraré con gente normal, de la que fuma, les gusta el tinto y la tortilla de patatas. Gente güena de la de toda la vida. Incluyo dos fotillos; una frivolité según mi costumbre y otra, la frivolité descompuesta

Hasta el lunes. Pepeprado