Las formas de convencer

Don JL dijo una vez, aquello de que la economía era una cuestión de fe. A mi personalmente me parece que es una cuestión de números, pero si él lo dice… Lo malo, es que incluso esa fe la están jodiendo, porque las formas de convencernos de que esto tiene arreglo no son como para medalla.

Ayer mismo, dentro de esa política de semántica excelsa, el boss largó frases espectaculares como esta, “las cifras de paro y empleo van a tener un color más llevadero”, es decir como los trajes de Ágata Ruiz de la Prada, más colorines, se van a llevar más este año. También dijo algo así como que la situación económica es “robusta”. Precioso. Sobre todo cuando andan con el lío de las pensiones, que ya se sabe hasta cuando van a durar; “El Gobierno garantiza las pensiones hasta el año 2025”. Hay que ir pensando en palmarla en las cercanías de ese año, porque después, como tras el Rey Sol, el diluvio. A mí, me lo ponen crudo.

Dentro de esa dificultad para llevar el agua a su molino, por aquí, por el Cortijo, la cosa también está confusa. Una noticia dice esto; “La mayoría absoluta socialista permite sacar adelante la investidura pese a los votos en contra del PP e IU”. Por esto, parece que está claro que IU le ha dicho que no. Bien, pues otra noticia dice lo siguiente; “Rosa Aguilar acepta la oferta de Griñán para formar parte del Gobierno andaluz” Entonces… Doña Rosa, a la que tengo bien considerada, como persona sensata, ¿es de IU?, ¿vende, como es habitual, su alma por un plato de lentejas? o, ¿actúa de infiltrada? Apasionante el inicio de legislatura de don Griñan, al que parece que le va la marcha de ser el Juan Simón el Enterrador de turno. Tiene un historial de ser algo así como el caballo de Atila, por donde pasa (políticamente) deja el terreno agostado (no hay más que mirar su curriculum último). Eso, sumado a la fuga hacia delante de don Manué, suena sospechoso, a entrega. Por cierto, al ex de porAquí, le ha pedido el señor moreno de valencia unos milloncejos más. Ya se ha corrido la voz de que no hay más que pedir que este dice que sí. Lo malo va a ser cobrar lo prometido. Eso lo arregla el expresidentes don Zarrias, no paga pero los entretiene, es su estilo, máxime cuando la costumbre es que sólo cobren los de la partida (¿de caza?)

En el Aquí cinematográfico, la cosa sigue culta. La máquina de escribir de calle Larios la han dejado hecha unos zorros, cuestión de cine y cultura. Los nenes del futuro, siguen practicando; “Un alumno le clava un bolígrafo en la cara a otro en una discusión en clase”. Con estos principios habrá que ver los finales. Pero eso no importa, mientras se consiga cuadrar las estadísticas, la cosa irá marchando. Todos contentos.

En fin, lo de siempre.

Por eso, vayamos a cosas importantes. Todo se está cuestionando, incluso, hasta ahora, parecía que el asunto de fabricar churumbeles era cuestión de entusiasmo y de ponerle afición al asunto. Tras la parte negociada de la trama, y parecía que dependiendo sólo de la movilidad y motilidad de los bichitos actuantes, llegaba el regalo, nene o nena, cuestión de probabilidades (nunca he creído en lo de pichicorto y pichilargo). Pero no, estábamos equivocados, es cuestión geográfica; “El sexo de los niños, cuestión de latitud / Según la investigadora Kristen J. Navara de la Universidad de Georgia, los efectos de la latitud dominan más allá de los estilos de vida y los niveles socioeconómicos”. Ni el ímpetu, ni la alimentación previa, ni la pasión puesta en el trabajo, ni la pasta almacenada, tienen nada que ver; todo depende del lugar. A partir de ahora, antes de la coyunda, habrá que hacer un estudio territorial. En vez de enarbolar otra cosa (íntima y conocida), acudir a astrolabios y sextantes, o, para estar al día, sacar un GPS ajustado a himeneos varios; mirar el Google Earth, y visitar una agencia de viajes. Reconozcamos que doña Kriste, lo ha puesto dificultoso, y eso, que es “sólo” de la de U. Georgia, no de la Universidad que nos tiene acostumbrado a las cosas raras, la de Massachussets… Hasta para esto, ahora hace falta estudiar, antes era sólo intuición.

Hasta mañana.

Pepeprado