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sábado, 30 de enero de 2010

El Pensionazo

Hay una Ley natural que todos conocemos y vivimos aun sin saberlo, la llamada Ley de Causa y Efecto, también llamada Ley de Consecuencia, Retribución o Compensación. Funciona en todo y para todo y nos dice que hay un efecto, más o menos tardío, a todas nuestras acciones. No existe el azar, la buena suerte o la mala suerte, sólo resultados. Es decir, todo lo que hacemos lo pagamos de una u otra forma. Esto es lo que nos ha pasado con el pensionazo del Gobierno. Dejar nuestro futuro en manos de inútiles nos deja a los pies de los caballos.

El ínclito señor ZP, el líder de los de la de la ceja irresoluta, que ha amenazado con no irse sí la cosa sigue mal, con lo que pretende condenarnos a la política de tierra quemada, intenta engañarnos (otra vez). Esta diciendo que la crisis de las pensiones no está en que se han gastado la pasta en chorradas, sino en que los viejos no tienen la decencia de morirse a tiempo. No es verdad, el dinero les falta por dos razones: lo han gastado a manos llenas cómo nuevos ricos de la bonoloto y la segunda, todavía más importante, es que hay CUATRO MILLONES Y MEDIO DE CURRANTES, que en vez de estar haciendo lo que les corresponde y desean, currar y por tanto, cotizar, están por ahí desesperados, sin futuro y gastando. Todos esos números que intentan colocarnos, diciendo que en el año nosecuantos todos van a ser pensionistas son un camelo. Si los trabajadores cotizantes aumentaran en la misma progresión, el asunto se igualaría. Intentar decir que un obrero de la construcción puede estar en el andamio con 70 años; un empleado de hostelería tener su jornada laboral de pie y currando, o un maestro de los de primera línea de fuego, es decir de los que están en las escuelas, pude aguantar es una solemne mentira, (en esto también legislan los que están en los edificios negros sin bajar al frente de batalla).

Claro que la causa de estos efectos está a la vista. Don ZP y sus huestes, cómo no han currado en su vida (no hay más que echar un vistazo a algunos currículos y “currículas”) no tienen ni idea de lo duro que es trabajar. Otra causa es que todas estas leyes las dictan quienes no tienen que cumplirlas. Los ministros, diputados y sindicalistas entregados, que aplauden estas cosas, se van a jubilar por la cara con unos sueldos que dan gusto y a los que lo de la pensión mínima se las trae al fresco. Así, desde la barrera claro, es muy fácil torear. Si a los ministros, al pasar a ser ex­-, se reincorporaran a la tropa que tiene que reunir miles de años de cotización para tener su pensión y que al final les quedara la misma que al resto de los españolitos, la cosa variaría, pero claro, con esas pensiones “blindadas” de exministros y ex-todo, da gusto.

Parte de la causa que nos trae estos desastrosos efectos está en darle cancha a gente como este impresentable;

La Junta de Andalucía afirma que el paro aumenta «por solidaridad»El consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández, expuso este miércoles una llamativa teoría para explicar la cifra de parados en Andalucía, donde el desempleo se acerca al 30%, y crece mes a mes.

Según Fernández se debe al llamado «efecto solidaridad»: «hay un fenómeno que estamos viviendo en las oficinas, que por cada persona que pierde el desempleo se generan tres inscripciones más, el efecto, en fin, solidaridad, o efecto familia”

Magnifico. Pagamos (seguro que un pastón) a un presunto señor, para que piense gilipolladas. Después les exigimos a los empleados del pequeño comercio y a los autónomos que estén el resto de su vida enganchados.

Tampoco tengo muy claro que leches piensan esos empresarios que aplauden esto, cuando son ellos los primeros que están deseando poner en la calle a sus empleados que pasan de los cincuenta. En realidad, estos, lo que están haciendo es decir que a los que ellos echen, los vamos a tener en una especie de desempleo semieterno. Por qué... ¿quién quiere contratar a un “viejo” de cincuenta años? Conste que de esto, por experiencia (propia y de cercanos) entiendo un montón.

Con todas estas reflexiones y uniendo esa Ley de Causa y Efecto con este antiguo dicho, que algunos atribuyen al señor Churchill que no era ningún chalado, de que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece", podemos llegar a la conclusión de que sí aceptamos que gobiernen los inútiles (causa), conseguiremos que fastidien todo lo que tocan (efecto). Por tanto…, tenemos lo que nos hemos buscado y todavía conozco a muchos que no se han caído del guindo e intentan ver matices políticos a lo que sólo es…; sentido común.

Hasta mañana.

Pepeprado

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