Creo que esta es definitivamente la primera semana de “normalidad” posvacacional. Ya han empezado a aparecer los amigos dispersos, empiezan las temporadas de música, etc., etc. Es una nueva etapa y hay que cerrar la anterior. Para cerrar esta, tendría que hablar de ayer y los aviones, pero los que me conocen saben que esto de los festivales aéreos, por razones estrictamente personales y emotivas, prefiero no verlos, así que me quité de en medio. Como es noticia placentera y poco comprometida en cualquier periódico hay información sobre el tema.
La que pretendía ser la gran noticia, la declaración de los asesinos del norte, ha llegado y no ha convencido a casi nadie. Bueno, ha convencido a los de siempre y a mí me ha convencido (aún más) que este gobierno está tratando con ellos. La presunta tregua es sólo una búsqueda de tiempo para encontrar más armas y explosivos. No tienen arreglo estos apóstoles de la violencia.
Lo que si es para estudiarla, es esta; “El empleo tardará 'tres o cuatro años' en recuperarse, según el ministro de Trabajo”. El señor Corbacho, ministro del Paro, cómo ahora ya está haciendo las maletas, empieza a decir algunas verdades. Lo que no aclara es si esto es condicionado a que don Rodríguez se vaya a hacer puñetas o es pase lo que pase. Me da que no, que estas cuentas son ya calculando que el berenjena de la Moncloa y su tribu de asesores se vayan a buscarse la vida en otro lado. Don Corbacho, por si acaso, ya se ha desmarcado y ya no es el único. Hay más abandonando el barco, y esto se vio ayer en la concentración de los mineros, donde sólo fue el Vicepresidente Cuarto, señor Méndez y el señor Guerra que va a estos festivales a hacer sus gracias y animar al personal. De los gobernantes con carnet, ni uno. De las huestes pajineras, tampoco. Estas soledades, van unidas a una de esas encuestas que anda por ahí y que dice que el 73% de los preguntados no piensan ir a la huelga-coartada de estos sindicatos pesebreras. Que ya hasta un 73% lo reconozca, es cómo para que se lo pensaran, pero claro ellos van a darse un pseudo lustre y lo que diga la gente les importa un bledo.
De ayer, la noticia trágica del japonés muerto en las carreras de motos. Es triste pero estas cosas tienen que pasar. Lo de las motos es otra de las muestras de hipocresía de esta sociedad, a la que se le llena la boca con eso de la protección del menor, pero que deja y jalea a chavales de 14, 15 o 16 años hacer carreras locas para que los secretarios de estado puedan ir a hacerse fotos. Descanse en paz y a segur corriendo, que eso engorda los egos de algunos.
Para terminar, una pena, penita, pena. A los daneses que habían preparado un cohete de andar por casa, se les ha escachiforciado el asunto; “El cohete experimental danés no logra despegar”. Habían preparado un cohete de recortes y no les ha funcionado, es una pena esto de que la artesanía espacial se les haya ido al carajo. Está visto que lo que priva es la industrialización y los lobbies (esta es una de esas palabras que queda fino meter en un escrito, por eso la pongo). Lo que si aclaro, es que aunque les hubiera funcionado, mi menda no estaba dispuesto a apuntarme a sus viajes baratos a Marte.
Hasta mañana.
Pepeprado
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