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lunes, 31 de enero de 2011

¿De verdad?

Al derramar la mirada por los periódicos, encuentro noticias que certifican que ya estamos en campaña electoral para las municipales, cosa que me ha reafirmado ver a doña María Gámez pasearse por las calles del centro, lo que hasta ahora no había visto.
Naturalmente con las elecciones vienen las promesas, todas preciosas. Lo malo es que no me las creo ni llorando. Don Rodríguez, tras previamente pedirle casi de rodillas a su gente que no sigan hablando de su marcha, por dos razones, porque se nota que están todos hasta el moño de él y de sus tonterías y, también porque le da mucha pena, penita pena, se ha tirado al monte de las promesas y ya dice que el empleo subirá en la segunda mitad de este año. Esto me asusta de verdad, porque está demostrado que las facultades de este señor como futurólogo son ínfimas. Este no acierta ni a los chinos. Es más, generalmente cuando se arriesga… mete la pata.

También el otro, anda por ahí prometiendo, pero este ya directamente pensando en el más allá; Rajoy derogará la Ley del Aborto, Educación para la Ciudadanía y el canon”. ¡Toma ya! Así, del tirón.

Este sí que está prometiendo. Lo malo es que estas cosas, las de los unos y las de los otros, después se quedan en eso, promesas. Después, si saliera, cosas que yo no tengo clara, veríamos si cumplía la mitad de lo prometido. Al menos, esto habrá servido para asustar un pelín a los Sgaeros y artistas de campaña.
Realmente la única verdad que, según mi punto de vista, he encontrado en los papeles, ha sido esta; La inmigración será decisiva en 200 localidades en las elecciones del 22-M”. Lo tengo tan claro, por la facilidad con que se les da coba. Si el señor Berlanga estuviera todavía en este mundo, podría hacer una versión de su Plácido, usando esta vez el leiv motiv de, “ponga un inmigrante a su mesa”. Desde que estos, pasaron de ser inmigrantes a ser votantes, han dado un salto en el aprecio de los políticos. Ahora lo realmente shungo es ser de Villarriba o Villabajo, porque además de tener la paellera muy cochina, no son tan fáciles de engañar, por tanto, ni caso.
¿Quién me iba a decir a mí, que ser español de España, de los de antes, llegaría a ser un demérito? Qué se le va a hacer.
Por Aquí, dejando aparte que los juzgados están embotellados con tanto chorizo empapelado, las sosas van casi normales. No se puede pensar lo que sería si además de los que actualmente están en el trullo o en expectación  de destino, fueran al juzgado “todos” los que se lo merecen. Habría que hacer una Ciudad de la inJusticia del tamaño de Nueva York. A lo mejor por eso sólo pillan a los que no se comportan con los que mandan.
No importa, ahora lo importante, lo prioritario, son las aventuras y desventuras del Málaga de fútbol y los pensamientos algo menos ocultos del nuevo amo; “El coste del futuro estadio se dispara”. Me he enterado esta mañana, el propietario quiere la Rosaleda para hacer pisos y después un macro estadio (me imagino que en la gran puñeta) y todo suena muy bonito. Al final, lo que está claro es que se harán los pisos, de lo otro, ya se verá… y todo eso sin ganar nunca. ¡Cómo serían las cosas si ganaran de cuando en cuando! Eso ni se sabe.
Hasta mañana.
Pepeprado

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