Rebajas

Se supone que hoy debía volver la normalidad a nuestras vidas, pero no es así, aún queda un poco de rabo por desollar; las rebajas.

Este año son, además de oportunidades, las esperanzas de muchos comerciantes. Así que bienvenidas sean si consiguen mover la economía.

La cosa está tan apretada que van a poner a los soldados a barrer y cocinar otra vez, como si fueran reclutas pre democráticos. La cosa debe ser dura cuando hasta el Rey se lo ha pensado; “El rey pide que la austeridad no afecte a la seguridad de las tropas”. Está bien que avise, no sea que ataque el enemigo y nos pille barriendo el cuartel, que estos soldados de ahora no están acostumbrados a nuestra antigua multifuncionalidad.

Lo que si se ha destapado es que los sindicatos pesebreros ya llevan un tiempo que han vuelto a ir de merienda a la Moncloa de forma habitual. Ahora cuando se ha sabido el asunto, tras un cabreo inicial, dicen que lo están haciendo para “evitarle al país” otra huelga general. Hay que ver lo que se preocupan.

Lo malo es que ya de esta gente no se fía nadie, incluidos por ejemplo los controladores, que aunque siguen militarizados, aun pueden emplear la cabeza para pensar libremente y las cosas no las tienen claras; “Los controladores temen que el pacto de AENA sea un "paripé". Lo malo es que yo también creo lo mismo, por eso intento ya hace tiempo no coger un avión como no sea estrictamente necesario, y eso que yo he sido de ese ambiente toda mi vida laboral, pero es que las cosas que se ven ahora me dan yúyu.

La mecha que se prendió hace unos días sigue corriendo; “Un restaurante de Valencia se suma a la 'insumisión' y deja fumar a sus clientes/ Su propietario cifra en un 60% la caída de clientes mientras aplicó la ley”. Esto de          que el gobierno te diga cómo tienes que llevar tu negocio es algo bastante curioso. Te obliga a pagarlo todo, a aceptar sus normas, a pagar seguros, convenios, impuestos locales, junteros y estatales, para después decirte que sólo puedes hacer lo que ellos quieran. Efectivamente, con esto se le están quitando las ganas de abrir negocios a más de uno. Veremos lo que pasa cuando se vayan quedando más currantes en la calle.

Por cierto, donde no ha habido coj… de imponer esta absurda ley, ha sido en psiquiátricos, penitenciarías ni geriátricos, es decir los tres colectivos que les iban a plantar cara por no tener casi nada que perder. Con eso, lo de salvaguardar la salud de los fumadores y de sus cuidadores es un argumento que se les va al mismísimo carajo.  O, ¿es que los celadores de las cárceles, y los enfermeros de las residencias y manicomios no son fumadores pasivos, doña Pajín? Están demostrando que en este país, si no eres del partido, para tener derechos, hay que estar, o majara o en la cárcel.

Mejor dejarlo, a ver cuando empiezan a ir a la cárcel los responsables de estos desaguisados.

Hasta mañana.

Pepeprado