Una vez pasadas las fiestas y ya que no hay mucho que celebrar, todos se tiran al charco de las elecciones. Al menos aquí no las hemos empezado como en USA pegándoles tiros a las candidatas, aunque hay algunos que lo harían. Por ejemplo los alegres chicos de ETA, que tras conseguir que ayer el gobierno los dejara manifestarse para florear sus deseos, hoy vuelven al engaño con otro anuncio de alto el fuego; “En el diario Gara/ ETA declara un alto el fuego "permanente y verificable".
Para mí, la palabra de esta gente vale menos que nada. Esto es solamente un enjuague para poder presentarse a las elecciones, volver a cobrar del Estado y tener a su disposición las listas de ciudadanos para poder elegir víctimas. Es también un arreglo con don Rodríguez, porque saben que con este, dada su desesperación personal, es el único al que pueden llevar al huerto. Por sacarse el título de Pacificador, está dispuesto a y todo, incluso a hacer ministro a alguno de ellos. Dejo este tema porque me produce asco y ya no estoy para darme disgustos porque sí.
Mientras tanto, la ministra de los brotes verdes baja a ver su huerta y parece que esta vez sí, se ha fijado en sus plantones; “Recuperación de la economía/ Salgado estima que este año se crearán menos de 100.000 puestos de trabajo”. A ver si es verdad y por lo menos salen esos casi cien mil.
Ya ha empezado a hacer campaña directamente don Felipe el Hermoso; “Lo justifica porque 'la memoria es engañosa'/ González: 'Saldría mejor parado que Zapatero, Rubalcaba o Blanco'/ "La gente me quiere ahora más. Se ha olvidado de las barbaridades que hice", dice el ex presidente”. Hay varias cosillas en la declaración. La primera la constatación de que ya no le hace falta abuela, todos le quieren. También que sigue afectado de ese providencialismo que le tiene flotando en su mundo. Pero lo peor, es que admite eso de “las barbaridades que hizo”. Hombre, por fin. Eso va contra toda la conciencia de sus adoradores que lo ven como el paradigma del bien y no consideran que nunca hiciera nada mal. A ver si se lo explica a algunos que yo me conozco y les dice cuales, cuantas y de que calibre, fueron las barbaridades, para ver si se espabilan.
Como la desesperación está llegando a todos, ya se echa mano de los nuevos españoles cómo tabla de salvación; “Los grandes partidos se lanzan a la caza del voto latino y rumano en las municipales”. Está claro, ahora, cuando pillen a las bandas de rumanos atracando bancos o secuestrando gente, antes que ponerle las esposas les pondrán entre las manos un panfleto electoral, y si en vez de confesar prometen el voto adecuado… a la calle y con una gratificación.
En Aquí, don Arenas, no se ha mostrado especialmente original. Ha dicho que si sale se va a preocupar mucho por Málaga, es decir; lo mismito que han dicho antes “todos” los candidatos de “todos” los partidos. Después, el que salga, se preocupará por Málaga, pero cómodamente sentado en la Cortijá y frecuentando la vida mundana del lugar. Eso, como siempre, aunque ahora, hasta se atreve a prometer cosas concretas, incluso en salud; “El PP se fija el Guadalhorce como prioridad electoral/El presidente de los populares, Javier Arenas, promete un hospital «en condiciones» en la comarca si vence”. Después vendrán los recortes y las explicaciones y el hospital se quedará en un paquete de Tiritas.
Me voy, pero antes un apunte. En NY están preparados para lo que salga; ya se han bajado los pantalones; “Día sin pantalones en el metro de Nueva York”. Estos ya pueden venir a votar a España.
Hasta mañana.
Pepeprado
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