Nuestros vecinos del norte de África siguen con sus líos. Líos que por cierto, ya están afectándonos en lo físico (en lo mental ya habían afectado a varios miembros del gobierno). Veremos en qué termina esto, especialmente en Libia donde el nene del mastuerzo de los camellos y la jaima, salió en la tele, con pinta de chulo de barrio, señalando con el dedo y avisando que van iban a tirar a matar, cosa que ya han hecho.
Al final, todo quedará todavía peor de cómo estaba, y habrá que acordarse de Mubarak y algunos otros.
Por aquí andamos distraídos con nuestras cosas. Doña Espe, demostrando que tiene el pecho malo, pero la cabeza muy bien armada, ha copado todos los comentarios por su forma de afrontar su problema. Esto contrasta con la forma de afrontar los suyos de otros personajes y personajas.
Lo que sí está ya empezando a preocupar es el páramo intelectual en que nos han sumido. Los mejores están emigrando para buscarse las habichuelas y los pocos que se quedan aquí no tienen claro su futuro, “Más de 2.000 científicos firman una carta a Zapatero en defensa de su futuro”. Esto contrasta claramente con las alegrías para arreglarles la vida a los afectos al régimen, según están demostrando con, por ejemplo, los Eres de la Junta, donde se apuntaban a cobrar hasta los gorriones.
Quizás si la Justicia funcionara aquí, en vez der marear las perdices de cada asunto, la cosa iría mejor. Al ex Presidente balear que ya aparenta estar muy claro que se jamó un estadio entero con los ciclistas dentro y todo, todavía no le ha caído el peso de la ley. A los del faisán, tampoco, a pesar de que ya clama como demostrado que solo les faltaba irse de copas con los terroristas, a los que avisaban e incluso les pagaban de eso que se llama piadosamente “fondos reservados”, que han demostrado evidentemente que este partido entiende como “reservado para sus enjuagues”.
Ahora el juez se ha ido a Francia a charlar con una colega sobre el asunto. Veremos que le cuenta la ciudadana gala, y también veremos si conseguimos enterarnos de algo. Para, mí que no.
En cambio, esa misma presunta justicia sí se vuelve tremendamente eficaz para otras cosillas. Por ejemplo la idea de poner más cámaras en la calle, para vigilar a chorizos y aprovechados, les ha parecido fatal. Tienen que proteger la intimidad de los choripepes y la de los que trafican en ella. También sería ofensivo que quedaran pruebas de los salvajes que destrozan mobiliario urbano y de los que joden al personal que intenta dormir en sus casas. A esos sí, hay que protegerles la intimidad. Vale, lo llevamos claro.
De lo que hablaba ayer ya están saliendo las primeras muestras; “La Fiscalía investiga ya diez casos de niños robados en Málaga/ Las desapariciones de los niños se produjeron en Carlos Haya, Hospital Civil, antiguo 18 de Julio y Hospital de Antequera”. Esto va a ser terrible. Veremos quién carga con las consecuencias de estas barbaridades (si las hubo, que hay quien demostrarlo). Lo que sí es verdad, es que por solidaridad con los afectados, hay que dejar las cosas claras y no enmarañarlas con artimañas judiciales.
Mientras tanto, los funcionarios siguen en su guerra del parking. Esto sí que parece no tener fin.
Hasta mañana.
Pepeprado
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