La quema

No me refiero a la quema de papeles que está teniendo lugar en muchos ayuntamientos y comunidades, donde hay que quitar papeles de en medio antes de entregar la cuchara. Me refiero a la quema personal de muchos imprescindibles, que ahora están desaparecidos (y desaparecidas). El problemón ahora es encontrar a gente con sus manitas limpias que se quieran hacer cargo del desastre; “Los pesos pesados del PSOE piden un congreso extraordinario”. En este congreso extraordinario que se pide, piensan van a encontrar un nuevo profeta, lo malo es que casi todos los que van a estar en el, tienen cosillas que esconder porque ya han sido cómplices de este gobierno o de la anterior etapa, la de las filesas, los Gal y demás guarrerías.

Mientras todos hablan, don Rodríguez sigue haciendo el egipcio, de perfil y con la mano abierta, y sus “niñas” (me refiero a las políticas no a las familiares) buscando donde meterse unos días hasta que amaine el temporal y la Bolsa se desploma falta de confianza y sin ver un futuro claro. Digan lo que digan los puros de espíritu, lo que marca la pauta es cómo se mueve el dinero y aquí de eso ya no queda en la sociedad, está todo en manos de los dirigentes. El capital circulante es cero. Así están las cosas. Y así van a seguir.

Dejemos el lio y a ver cómo los que han llegado, pagan los pufos de los que estaban.

Allá en los States, el ultra monetario cada vez lo tiene peor, a pesar de haber contratado a varios abogados para “desacreditar a la camarera”. Esto entrecomillado lo decían los periódicos sin ningún rebozo, es decir, no para demostrar su inocencia sino para poner a la victima a caer de un burro. Totalmente edificante. Sería bueno que a este, en el talego, lo acompañaran sus abogados una temporada.

En nuestro país, algunos visitantes ilustres se dedican a hacer el gilipuertas y así les va; “El lunes ya se precipitó un británico/ Un sueco, segunda víctima de 'balconing' esta semana al caer de un tercer piso”. Entre esos turistas selectos que nos visitan, ahora está de moda venir aquí a matarse. Vale, allá ellos.

Por Aquí, el aquí cercano que nos afecta, todo sigue su curso. A los militares los mandan a tocar su música a la Plaza de Toros, y mientras en mi plaza se quedan, de amos, los que la han tomado con total asentimiento y comprensión por parte del Gobierno. Esto,  al que lo empezó, que por cierto sigue callado y no está saliendo en la tele estos días (sigo opinando que fue el Gran Visir Rub-Al-Khabá) se le fue de las manos. Lo empezó, creyendo que iba a controlarlo, pero se le han desmandado y ahora intentar controlarlos es  darles el carnet de mártires que es lo que están buscando.   

Tampoco se le pone remedio a esto, que sí que es gordo; “Catorce negocios cierran al día en Málaga por culpa de la crisis “. Claro que en la Junta están ocupados con las máquinas de destruir papeles y no van ni a mirar hacia esta ciudad, a la que nunca han mirado, al menos con buenos ojos.

Para irme, otra muestra de la bondad de nuestro Código Venial; “Siete años de cárcel por quemar la casa con su familia dentro/Su esposa apagó el fuego, pero quitó importancia a la acción de su marido cuando llegaron los bomberos”. Quemar a una familia (aunque esta sea gilipollas), siete añitos. Bien.

Pongo fotos del bello campamento urbano y de su exquisito ambigú.

Hasta mañana.

Pepeprado