Se acabó

 La espera, es lo que se ha acabado. Por fin han sido las elecciones y ya se podrá empezar a mirar hacia otras cosas. Todavía hoy, en los periódicos solo se habla de esto y están llenos de dibujitos de colores y de gráficos variopintos mientras en teles y radios salen los “expertos” para explicar lo contrario de lo que explicaban hasta el pasado viernes.

Como siempre, yo también haré examen de lo que pienso. Lo más es miedo, miedo a varias cosas muy diferentes. La peor parte viene del norte donde los proetarras han conseguido 1.183 concejales, con lo que los datos fiscales, personales y civiles de todos los ciudadanos están a disposición de ETA para que seleccione a sus víctimas y decidan a quien extorsionar o matar. Para que no queden dudas, si yo fuera vasco o viviera allí, esta mañana estaría vendiendo el piso y haciendo la maleta para irme de allí.

Otro miedo. El que me produce pensar en lo que puede pasar si los que han ganado (porque eso sí, han ganado, diga lo que diga don Rodríguez) se ponen a mirar y publicar las cuentas reales y a destapar los líos escondidos. Se puede liar parda, pero todavía mi miedo es mayor al pensar que pueden dedicarse a tapar los líos para no “incomodar” a nadie. El pueblo los ha hecho ganadores para que barran la casa y aireen los rincones, echando las miasmas y los virus que haya por todas partes, y naturalmente, el que la haya hecho… que la pague.

Miedo ahora a la calle, porque naturalmente, visto lo visto, los sindicatos y asociaciones afines a los que hasta ahora mandaban se van a tirar a la calle para darse un barniz de luchadores por la democracia para ver si en las elecciones que vendrán salvan los muebles.

Dejando esto del porvenir, habrá que hablar de los inquilinos de mi plaza. Lo que empezó con unos pocos románticos sinceramente  bienintencionados, fue derivando llegando a ser un foco de propaganda controlado por IU de forma descarada y convirtiendo a esta coqueta y elegante plaza en una especie de mercadillo cutre y de lamentable aspecto. Por cierto que se  les plantea un problemón, dijeron que se iban a quedar indefinidamente y el próximo viernes la plaza se va a necesitar para un concierto de las Fuerzas Armadas. Habrá que ver si estos se encaran con los legionarios y los marineros. Para mí que no. A ver como lo soluciona doña Carmela Chacón que tiene que venir a dar la cara.

Reitero que aparte de los gritos de entusiasmo de los vencedores y las patéticas excusas de los aplastados, poco más hay en la prensa. En Málaga, quizás para demostrar el porqué los han barrido, uno de los ¿lideres? del Psoe ha dado estas declaraciones; “Heredia achaca los resultados «a la crisis»”. Está muy bien eso de ser fiel al líder que te ha enchufado, pero ponerse de perfil a estas alturas me parece poco saludable. La otra, la candidata, también debería hacerse mirar si es bueno eso de ir en Semana Santa pastoreando por las cofradías para dar televisivos martillazos emocionados y ponerse tres semanas más tarde a echarle la culpa “a los que van a misa” de sus desventuras. Hay que ser consecuentes, y lo ha demostrado el señor Brenes, que se ha presentado tal como él es.

Dejo esto. Pongo fotos de ayer, incluyendo otra proposición para cambiarle el nombre a mi plaza, y una de esta mañana, patética y triste.

Hasta mañana.

Pepeprado