Ya está, pagamos la cama

El gobierno lo llevaba cantando hace días. Ya habían convencido a los alegres chicos del PNV de que lo tenían arreglado y que “sus” jueces le iban a solucionar el problema, ya que lo importante para ellos, para el Gobierno, era poder decir que estaban contra ETA pero por lo bajini darles cordelillo. Ya está hecho.

El TC ha dicho que “se vulneró el derecho de Bildu a la participación política”, nada más y nada menos. Que todas, absolutamente todas, sus listas irán a las elecciones. Ya tiene el PSOE socios para la próxima legislatura. Naturalmente piden respeto para la decisión ¿judicial?. ¿Cómo iba a ser lo contrario?, si es su decisión.

Con esto, se producen dos efectos sobrevenidos. El primero es la sensación generalizada de que aquí, con esta sentencia se ha escenificado eso de lo que habla el dicho popular; “ser puta y pagar la cama”. Nos han dejado fríos, ahora les vamos a pagar las balas y las granadas a los pistoleros. No se puede pedir más.

La segunda consecuencia ha sido destrozar, hacer añicos, la última brizna de esperanza y confianza en los tribunales. Entre todas las cosas que este Gobierno ha hecho, entre todas las instituciones que ha desprestigiado, entre todas las condecoraciones que ha estercolado, como la que dio a Doña Bibiana, la Orden de Carlos III, la más alta condecoración civil (ver BOE del 06/nov./2010), esta de quitar a los tribunales, desde los más pequeños a los más altos, de todo su contenido democrático y fiscalizador, es la peor porque socava algo que es difícil de reparar; la fe en la justicia.

Los ciudadanos ya estamos pagando estos gestos estalinistas, esperemos que ellos lo paguen también algún día.

Mientras tanto, para distraer al personal, ha arrancado la campaña electoral, en la que don Rodríguez ya ni va, ¿para qué?, pero con esta seguridad de que aquí lo de votar no sirve para nada, que fe podemos tener en unas elecciones. Contesto; ninguna.

Con estos precedentes, ese asunto de las oposiciones a maestros de la Junta está claro; si la Junta dice esto, “La Junta alega que el procedimiento seguido tiene suficiente amparo jurídico y político y planteará alegaciones”.  No hay que hablar más; es otro enjuague para colocar amigos.

Me voy.

Al menos hoy tengo un par de motivos de satisfacción. En la Opinión, página 65, viene una entrevista a mi hija, que está en el trabajo de restaurar obras de arte de la Catedral, eso sí, desde Sevilla, que aquí, salvo pocas y honrosas  excepciones,  a alguien de Málaga no se le encarga nada. Por norma, los encargos se hacen a alguien de la Cortijá.

El otro motivo es que tengo Foro, y allí al menos, se puede decir siempre la verdad y eso, en estos tiempos de servilismo, pesebrismo  y dogmatismo, es mucho.

Hasta mañana.

Pepeprado