Eso, me niego a hablar de esa mamarrachada a la que insisten
en llamar debate cuando es solo un artificio propagandístico en el que está todo
pactado y milimetrado y en el que nadie va a preguntar lo que todos nos preguntamos.
Mejor empezamos las despedidas a los que se han llevado ya;
al Sargento español muerto en Afganistán en eso que el gobierno todavía se resiste
a llamar “guerra”. Pues bien, para ser unos juegos florales, muere mucha gente,
por mucho que intenten disfrazarlo. Descanse en paz este joven de 35 años que
no va a poder ver como se decide qué hacer con los que los han metido en estos líos
con las manos atadas.
También hay que despedirse de los
señores Berlusconi y Papandreu a los que ahora les va a quedar tiempo libre
para venirse a los mitines con don Felipe y compañía para animar la campaña.
Doña Angelita los ha puesto a los dos en la calle. Bien hecho, Jefa, debía
haber empezado antes a echar inútiles.
Tiene una trágica guasa una precisión
en un titular; “Txapote, condenado a
otros 105 años por los asesinatos de Buesa y su escolta”. La precisión a
que me refiero es a esa que dice “a otros…”. Tiene guasa, que diría un flamenco
antiguo, eso de echarle los años de condena
por centenares, cuando todos sabemos que después no cumplen más de tres
o cuatro. La presunta Justica debería al menos cuidar las formas para que la
burla no sea tan sangrante.
Hoy
al menos, hay una nota de esperanza en las noticias sobre el día a día.
Los anunciantes están huyendo en masa del programa la Noria, (naturalmente de
T5) tras haber este programa pagado a la madre de los asesinos de Marta por ir
a montar su número.
Dice la noticia que aunque han subido
los espectadores, cosa que no me extraña tras años de LOGSE, los anunciantes se
desmarcan. Esto es bueno porque los horteras directores de esta cadena sólo
entienden de dinero y es así, atacándoles el bolsillo como puede que pongan un
listón mínimo a sus guarrerias. Si en todos los casos se hiciera lo mismo, es
posible que estas cadenas invertirían más en calidad y no se conformarían con
adorar al poder, dándole por ejemplo, sueldos a los periodistas del apparat, y
echarle carnaza a la audiencia iletrada.
En nuestro entorno, siguen los
“acuerdos malayos”. La consigna parece ser echarle varios miles de años a uno
sólo, y que de los demás no se hable. La conexión con Sevilla por ejemplo, ni
tocarla. Después se le hacen las rebajas correspondientes, los tres o cuatro
mil años se le quedan en dos telediarios y todos contentos. Naturalmente, el
dinero seguirá en paradero desconocido, como el concejal.
En eso que llaman la campaña local,
hay cosas que parecen chiste. Los del PSOE intentan aterrorizar con unos futuros
recortes en Sanidad que son los que ellos están actualmente haciendo, mientras que
en Sevilla, la Junta, que es de ellos, directamente dice que “aboga por no llevar el corredor ferroviario
a la Costa”. Más claro, agua. Los otros, con doña Celia a la cabeza andan buscando pelea,
debates o lo que sea y para lo que sea. Que susto.
Pero la perla mayor la ha largado Doña
Carmen Martínez Aguayo Consejera de Hacienda y Administración Pública, que ha
dicho; “
«El empresariado debe aprender a vivir
no sólo de la Junta». Esplendorosa sentencia que ya desde su enunciado admite
que hay “algunos” empresarios que viven de la Junta, y claro, para mantener a
estos y a los sindicatos, ya no hay pasta, por muy rumbosa que sea la Junta.
Mal está la cosa de los dineros, ya
hasta los del PSC se atrevan a pedirles explicaciones a don Blanco sobre cómo
ha repartido los caudales, y es que ya no hay para todos.
Hasta mañana.
Pepeprado
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