Corrupciones a go gó

Parece mentira pero no lo es. Cada periódico que sobrevuelas, cada telediario que te echas a las dioptrías es una retahíla de gente llevándose la pasta del país a espuertas. La lista es tal, que hasta hay alguien que se ha entretenido en colocar (no sé cómo) en Google Earth, un “mapa de la corrupción en España”, colgando banderitas de los partidos incursos en cada uno de los lugares donde se demostró un escándalo. La cosa es que las banderitas tapan todo el país.

Pero lo peor no es eso. Creíamos que era muy difícil que los jueces metieran en el trullo a los corruptos, que las condenas eran muy laxas y que, por supuesto, no se les pide a ninguno de estos sinvergüenzas que devuelvan la pasta, pero ahora, para terminar de desmoralizarnos, llega lo peor; a algunos a los que un juez había castigado por llevárselo crudo, eso sí, muy levemente, cuatro años de cárcel a uno y dos y medio a otro, llega este gobierno y directamente los perdona mediante un indulto directo que creo que nadie de la calle, consigue explicarse.

Si esta es la reforma de la Justicia que va a hacer este partido, estamos arreglados. Comprendo que estos perdonados están siendo moneda de pago a los catalanes por su futura colaboración, pero es demasiado.

En lo económico, todos acoxonados con lo que tenemos encima. Los recortes, los ajustes y las revisiones nos tienen en un sinvivir, estos están encarando el problema y parece que ellos sí lo tienen claro, pero nosotros, o al menos yo, estamos atrapados en ese maremágnum de cifras, índices, ajustes, primas de riesgo, euribors y demás zarandajas de esas que dicen los economistas para tapar la ignorancia del problema. Mientras tanto, los otros, los responsables directos de haberse gastado todo lo que había y más, incluyendo lo que no había, siguen ladrándole a la luna e intentando que las firmas (y las formas)  del señor Griñán dejen de salir en los medios. Así estamos como estamos y estos son los primeros que deberían de callarse.

Me voy. Antes algo que no sea economía; la niña mártir, ha aparecido. Estaba intentado irse en el tren en busca de nuevas sensaciones y experiencias. Ahora, que metan en la cárcel al Jefe de Estación, seguro que algún juez se lo piensa.

Aun es peor; ha acaecido en Marruecos, lugar muy preferente para la Unión Europea, por su democracia y su respeto a los Derechos Humanos. Allí, a una niña de 16 años, la violaron y el señor juez y la familia de la niña, la única solución que encontraron fue que ésta se casara con su violador, que además le atizaba, acompañado para las palizas por su propia familia. Al final, la niña se ha suicidado tomando matarratas para dejar de sufrir. Estoy esperando las manifestaciones de repulsa para esto, algo así a las que montaron para aquello de la saharaui que estaba en el aeropuerto. O a los artistas indignados, que son otros muy de protestar. Seguro que me quedo esperándolos.

Hasta mañana.

Pepeprado