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martes, 6 de marzo de 2012

De locos


Las cosas que se ven, son para estudiar si de verdad estamos majaras o es que somos más buenos que el pan y nos las tragamos todas.
El ex ministro señor Blanco, admite que “ayudaba” cuando hacía falta y eso su partido lo ve normal. La ex ministra señora Salgado, va a esquivar la ley para cobrar más, exactamente como hacen todos los ex de todos los partidos, y va a vigilar los brotes verdes de una multinacional a al que ella en su momento debía controlar y que le ha ofrecido el puesto en vistas del éxito obtenido en este su último trabajo.
En Bruselas dicen que van a poner cuotas femeninas a los puestos directivos, o sea, que puede llegar un señor muy brillante a aspirar al puesto, pero si no hay vacante de macho, no podrá acceder, y se le dará el puesto a una fémina aunque esta sea un poco torrezno. Estupendo, a eso se le llama competitividad.
No pensemos que esto siempre  pasa por ahí fuera. Aquí en las cercanías nos acabamos de enterar que los partidos políticos aprovechan cuando están en el poder para pagarles másteres, cursillos de mejora, y demás ayudas en formación a sus afiliados situados, eso sí, con dinero nuestro. Eso lo hacen mientras se escatiman becas básicas. Muy bien, criaturas, lo estáis bordando.
Y hay liado un cirio de narices porque unos padres, han “secuestrado” a su niña, a la que hasta el Defensor del Pueblo Andaluz, que es esa especia de Gandhi de andar por casa que solo sale a la palestra en contadas ocasiones ya que nunca planta cara a los que mandan, reconoce que tenía “problemas” de consumo de cosas raras. Naturalmente, cuando te enteras que el secuestro ha sido, dejarla en casa, sin salir, durante el finde, te quedas patidifuso. Pues aunque parezca increíble, los papás están acusados de casi todo, incluidas sospechas por su intervención en la muerte de Manolete. Así funciona esto.
Con esta forma de ver la vida, y de aplicar las leyes, hoy, hay un par de noticias en las que sus implicados pueden sacarle pasta a la administración, es decir a todos nosotros. Uno es un fulanito que roba de forma habitual, que cuando lo trincaron llevaba encima 27 relojes, pero se partió los pies al saltar la tapia. Puede argumentar que lo de los relojes era para estar informado de la hora en todos los países y que saltar tapias es para estar en forma. Así, que metan en el talego a los policías y a este le pagamos un máster en saltos de vallas.
La otra, ha sido otra injusticia de esas que ofenden a los progres; han multado a tres jovenzuelos por tirar comida desde su coche. Estos gorrinos estaban en un aparcamiento, comiendo dentro del coche y lo que sobraba, ¡ale! ¡por la ventana!
Estos pueden sacar también un pellizquito curioso de la administración, argumentando que sí les pagan todas las comidas en restaurantes de cuatro o cinco tenedores, no se verán obligados a  tirar las cascaras de la fruta y los papeles de los bocatas al suelo. Desde luego, el salmón, el pata negra y el caviar, ensucian menos, no tienen raspas.
De la sentencia contra unos que en Granada echaron de una procesión a una ciudadanilla, “por llevar la falda demasiado corta” (¿cómo iría de esplendida la señorita?) mejor no hablar, suena a comedia de principios del XX. Mejor lo dejo.
Hasta mañana.
Pepeprado

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