El refranero español y sus añadidos de dichos populares,
son generalmente una fuente inagotable de sabiduría de siglos. Quizás a veces
es una sabiduría muy básica o su forma de expresar no sea la más exquisita, pero
sabiduría sí que lo es.
Por eso, viendo como se desarrollo el día de hoy, no puedo menos que recordar
ese dicho que certifica como el colmo de la gilipollez, eso de “ser puta y
pagar la cama”. Desde luego, prostituirse y encima soltar los cuartos al
cliente, debe ser sangrante para la persona que sufra esta situación.
Pues bien, eso es lo que nos pasa hoy, eso es lo que le
pasa a este país. Además de estar apaleados, secuestrados y amenazados por una
panda de indeseables, encima… los pagamos nosotros. Porque estos sindicalistas pata negra, que hoy han decidido que la gente que quiera trabajar (y tenga la suerte de
tener un trabajo) no trabaje, estos son los que hacen sus cuentas y deciden que
es lo que más les gusta pero siempre, con el riñón bien cubierto, ya que sus
huelgas y juergas, las paga el Estado.
Esta huelga la decidieron el mismo día en que perdieron
las elecciones, porqué sí, ellos también fueron a las elecciones generales, no
en vano uno de sus presuntos líderes, era considerado el “cuarto vicepresidente”
e iban a merendar a Moncloa cada vez que se les apetecía. No es por tanto una
huelga laboral, es un chantaje político en el que el Gran Perdedor, alienta a
sus perros contra la sociedad española, para recobrar el poder y las llaves de
la caja, cueste al país lo que le cueste.
Para mañana ya tendrán preparados los panfletos donde se
declaran “vencedores” y donde aportaran cifras de cierres y de éxitos totalmente
fantasiosas, sin explicar que la gran mayoría de los cierres han sido
directamente por el miedo, las amenazas y las coacciones y conste que esto no
me lo cuentan, lo hemos visto todos. También hemos visto la facha de
trabajadores de la mayoría de esos piquetes “informativos” que eso sí,
informaban que le iban a prender fuego a quién se resistiera y que entraban en
los locales que estaban abiertos a destrozar estanterías.
Y las televisiones del poder (Canal Sur desde las doce y
un minuto de anoche, ya estaba en negro y secundando la huelga), sólo pondrán la
imagen de alguno de estos mártires con un ojo morado y dirán que se lo ha hecho
directamente el señor Rajoy o alguno de sus ministros, aunque el moretón sea producto de una
pelea tabernaria. Y nos lo creeremos. Seguro.
Como primera medida, debíamos esperar de este gobierno
que dejara de pagarles las millonadas que les paga para que se dediquen a pensar
en encontrar trabajo de verdad.
Que empiecen a currar con las cuotas de sus afiliados.
Putas sí, pero… ¿pagar la cama?
Hasta mañana.
Pepeprado
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