Me refiero a los chinos, que se nos comen por las patas. Para llegar a
esta definitiva conclusión, me baso en esto;
“Así construyen los chinos/ Una empresa de construcción
china ha
logrado levantar en 15 días un hotel de 30 plantas
ensamblando
estructuras prefabricadas y trabajando a
destajo.”
Todos hemos tenido chapuzas en nuestras casas, por no hablar de
reformas en negocios o edificios. Ahora mismo tengo una montada estupenda, para
adecuar el edificio a la normativa que dice que “ya” es viejo, y a veces me
entran ganas de echarme a llorar. Especialmente cuando ahora, para conectar con
la red, el ayuntamiento te obliga a abrir, meter las conducciones y cerrar con
los mismos elementos, los cuatro metros de la calle Santamaría, y a su vez,
cada noche, los regadores de Limasa, apartan los obstáculos que defienden la
obra y destrozan lo hecho durante el día pasando por encima. Es una especie de
manto de Penélope municipal. Y tú, callado y a pagarlo todo.
Tras ver esto, y sufrirlo en carne propia, enterarme que los chinos
hacen un hotel de 30 plantas en 15 días, me termina de desmoralizar. Nos comen,
seguro, y además nos comen pronto.
Entretanto, aquí seguimos liados con juicios, corruptelas, comisiones y
demás prendas doradas de nuestro país.
Al Yernísimo ya le han salido cobros por comisiones en Suiza; lo de los
EREs sigue; el de Invercaria está tirando de la manta, dice y no entiendo como
algunos se hacen los nuevos, que toda la cúpula de la Junta estaba en el lío. Mientras,
estos, los que se han arropado con la manta, lo que hacen es querellarse contra
el que los ha descubierto. Esto es lo de siempre, “matar al mensajero”. Por
cierto, ya ha empezado la caza y ya mismo el despelleje de la señora juez. Los
medios afines ya se han puesto en campaña.
En Valladolid, seguramente para no quedarse sin salir en los papeles,
han decidido “multar” a los paupérrimos pedigüeños. Nadie explica como van a
pagar los que están pidiendo para comer, pero eso seguramente lo dejan para los
economistas, que son los que ahora hablan de todo.
Para que nos enteremos, los dos grandes partidos, el que nos hundió y
el que dice que lo iba a arreglar, en lo único que se han puesto de acuerdo es
en no quitarse las dietas parlamentarias por estar fuera, a los que están en
Madrid. Este segundo sueldo es “sagrado” para sus señorías.
En Málaga, también nos la cogernos con papel de fumar. Resulta que los
que han protestado por los cursos para cargos de la Diputación, se habían gastado
una pasta gansa, un milloncejo, naturalmente… con fondos de los EREs en lo
mismo. Qué se lo hagan mirar.
De la Semana Santa, sigue el lío del Rocío; ahora vuelven a pedir al
Obispado, la nulidad de las últimas elecciones. A este paso no van a terminar
nunca de aclararse.
Todo esto, me hace recordar una peli del recordado e irrepetible Berlanga;
“Todos a la cárcel”.
Hasta mañana.
Pepeprado
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