Me han dicho que lo que hice ayer fue
imperdonable, y efectivamente tengo que admitirlo y pedir perdón. Al hablar de
las biografías insignes, de esas imprescindibles en la biblioteca de cualquiera
que quiera saber lo importante del mundo, me faltó la mejor de todas, la que el
mundo esperaba y ansiaba con desesperación; la de la Srta. Ana Garcia, (ella
prefiere que la llamen Obregón, que es más chic).
La señorita García, cuya edad es menguante, ya que según ella cada año descumple en vez de avanzar, por
lo visto, ha escrito sus memorias y anda prometiendo que lo va a contar “todo”.
Se espera con ansia su expediente académico y su currículo laboral. Dicen, que
le frió huevos a alguien importante, y que ha sido la musa de varios muertos ilustres
(que naturalmente no pueden defenderse, para eso están muertos) con los que a
veces, incluso contacta. Lo que sería de agradecer, es que alguien aclarara, como
esta cabeza de chorlito, cuyo único mérito reconocido es abrirse de patas con
facilidad (también es gimnasta… a veces) y posar en patéticos escorzos inverosímiles
cada año para deleite de unos pocos memos, ha podido permanecer en las páginas
de algunos periódicos y en las pantallas de las teles sin que nadie le haya preguntado
nada importante. También podrían explicar el porqué, regularmente RTVE le da un
programa de chichinabo para reajustarle el presupuesto personal (según mis cálculos
ya mismito le darán otro) con cargo al presupuesto nacional. Lo dicho, olvido imperdonable.
Mi única excusa es que mi nivel intelectual y de atención a estos personajes, está muy por debajo de los
méritos de la señorita Garcia. ¡Qué se le va a hacer!
Tras eso, que puede importar
que el Gobierno presente hoy una Ley de Transparencia, si sabemos que nadie la
va a cumplir, o que la UE decida sostenella y no enmendalla en lo de dejar a
Málaga fuera de los circuitos ferroviarios de negocios (otra herencia del
conferenciante de Venezuela).
Tampoco tiene ya casi
importancia que hayan vuelto a robarle droga a la policía. En Sevilla se han
llevado 30 kilos de cocaína de Toxicología, y parece que esto de trincarle a la
pasma ya se está volviendo una costumbre. Por eso, creo que detener a una de
las lideresas e impulsoras de la plantación de marihuana en Cataluña es una
solemne chorrada. Primero, porque la van
a dejar fuera en un rato, y segundo porque seguro que cuida mejor de su negocio
que los que la han detenido.
Por cierto, un sindicato de policía
español, seguramente aún imbuido del güenísmo de la etapa anterior (les va a
costar trabajo quitárselo de encima), ya han criticado a la policía francesa diciendo
que ellos habrían cogido al asesino con vida (después, un juez también güenísimo
lo habría soltado, pero eso no interesa decirlo). No tenemos arreglo.
Aquí, es donde, de verdad, se
ha producido la noticia importante, que no es que manden a prisión al que le
rompió los piños al ATS que lo estaba curando, sino otra de mayor interés nacional
y me atrevió a decir que de impacto europeo; “Los arrieros de
los burros taxi de Mijas estrenan uniforme”. Esto, esto
es lo que parte la pana, señores. Lo demás son tonterías.
Me voy, está tarde tengo que
grabar un programa para Málaga Televisión, una tertulia sobre la importancia de
la Cuaresma. Posh vale.
Hasta mañana.
Pepeprado
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