Estos tiempos no están
para esperanzas vanas. La Logse pasó como una apisonadora por las mentes de los
ciudadanillos de los últimos tiempos, y se empleó con esmero en sólo “cultivar”
esa pseudo educación para la ciudadnía que les ha servido a algunos como vía de
adoctrinamiento partidario y de banderín de enganche para nuevas generaciones enseñadas
en eso que siempre se ha llamado fidelidad perruna y evitación del pensamiento
libre.
Ante esto, las
noticias que se ven y se oyen, son un cúmulo de desgracias morales y vergüenzas
nacionales. Hoy mismo ha salido otra más (y van…) muestra del preciosismo en el
empleo de los dineros públicos de la Junta de Andalucía durante los mandatos de
Donmanué y de su heredero don Griñán. Ellos siguen mirando hacia otro lado, y
lo mejor, que puedes hacer es refugiarte en pequeños detalles que te hagan pensar
que todavía tenemos arreglo, a pesar de los que mandan.
Uno de estos
detalles es, por ejemplo, la presentación de un libro para el próximo día 6, es
decir mañana. Tendrá lugar en el Museo del Vidrio a las 7,30 de la tarde y su aplicación
como rayo de esperanza, es porque su autor, José Manuel Leiva, se ha dejado
horas y horas buscando, fotografiando, escaneando, charlando y documentando,
todas las cerámicas públicas urbanas, y las que ha podido privadas, que hay
repartidas por Málaga capital, y lo ha hecho sólo… porque piensa que todo lo
que sea cultura vale la pena y que todo es patrimonio, por muy humilde que puedan
parecer 10 o 12 azulejos pegados en una pared.
No he visto aún el
libro, pero conociendo a la persona, (librepensador, guerrero, concienzudo,
detallista, curioso, y cabezón cuando se le mete algo en el tarro) no me cabe
la menor duda va a ser una buena fuente de información y consulta más, sobre
Málaga y su patrimonio.
Para completar la
información, aunque hablo de memoria, el libro, costeado por el propio autor,
se venderá a unos diez euros, de los que una vez pagados los gastos mínimos que
han quedado pendientes por falta de liquidez, lo restante va a ir a parar a una
organización benéfica, de las de verdad, de esas que no tienen subvención
oficial. Quiero ir, si puedo, iré y ya lo contaré.
La otra nota de
esperanza, viene dada por eso que se ve en la foto. No es muy buena, porque es
de móvil y eso no lo tengo dominado, es más, generalmente es el móvil el que
hace la foto que le sale de sus circuitos y no la que yo quiero, pero al menos
como documento vale. Plasmación de un momento de la mañana del pasado sábado y
es de algo tan bonito como cuatro jóvenes, un cuarteto, que estaba tocando música clásica, maravillosamente,
en la calle y sólo a cambio de la voluntad
del público, y lo esperanzador es que la gente estaba parada escuchándolos y en
silencio… Eso nunca ha sido habitual en esta ciudad y ver que a estas alturas
todavia queda gente que se emociona con oír música es un rayo de luz en un futuro
cada vez más negro.
Gracias a Dios, siempre nos quedará la música.
Hasta mañana.
Pepeprado
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