Realmente es sábado, un sábado lluvioso (¡qué suerte tuvimos con el
sábado de nuestra boda, ha sido el único que últimamente estuvo soleado y
alegre!), pero como ayer viernes no escribí, tomare esto como un viernes tardío
para no estar demasiado tiempo callado.
No escribir ayer, se debió a que nos fuimos a Granada, simplemente a eso,
a estar y pasar un día en Granada, lo que no es poco.
El viaje empezó mal, con uno de los previstos viajeros accidentado en
casa, afortunadamente se está viendo que con nada grave pero que por preocupación
y precaución dejó el grupo reducido. Una lástima.
Una vez aclarado, viajamos sólo tres, esta pareja y nuestro Rirri que
es incombustible. Todo fue un encanto, ya que Granada sigue siendo una bendición
para los sentidos.
Mi única pena es que en la comparación con mí Málaga, salimos perdiendo
por goleada. La ciudad está limpia, huele bien, a azahar, pero de verdad, no
como aquí que solo huele a azahar en los pregones, después en las calles huele
fatal.
El urbanismo está muy cuidado y la circulación restringida por el
centro está muy bien estudiada, con el añadido de que los autobuses son eficaces
y los taxis razonablemente baratos, por lo que no es demasiado problema
prescindir del coche, Deberíamos mandar allí a los concejales que nos han hecho
esta circunvalación interna de Carreterías-Álamos-Plaza de la Merced- túnel que
es un completo desastre, es más una circuntaponación. Aunque si los mandamos
allí son capaces de fastidiarles el asunto a los granadinos y no se merecen
eso.
Después, de comer y beber, ¿para qué contar? Estupendo, con variedad, creatividad
dentro de lo tradicional, precios asequibles y buenas caras en el servicio. Por
supuesto, visita obligada al Aliatar que ha criado a varias generaciones de
estudiantes.
Resumiendo, tengo envidia cochina y me pregunto por qué no podemos parecernos
a estos…, o a Córdoba… o a… cualquier otra ciudad “civilizada”. Pero para ello,
deberíamos dejar de mirarnos el ombligo y ponernos a currar en serio y dejarnos
de zancadillas entre partidos y trampas en las cuentas.
Cómo realmente es sábado, me voy, vamos a despedirnos de nuestra familia
mejicana que se va a principios de semana. Este ves el motivo por el que no he
podido ir a otra cuchipanda que tenía ganas y a la que estaba invitado por Manolo
G.
Antes de irme, pongo una fotito (mejor, una fotica…) desde el Mirador
en Granada, el día estaba nubladete y las fotos están hechas con el móvil, pero
la vista sigue siendo preciosa…
Hasta mañana.
Pepeprado
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