Viernes trece

Suena a truculento título de película americana de esas con mucho muerto y mucha casquería visual, pero no, es sólo la curiosidad de ser el día de hoy y que coincide no sólo con mi cumple, también con las circunstancias de aquel día. Efectivamente nací en viernes, trece y para redondear, según mi madre, con una tormenta de esas que antes caian en Málaga y que ya ni siquiera vemos de lejos. Por cierto, yo n o había reparado en ello hasta que mi mujer y otros amigos y amigas bienintencionados me lo han recordado.

Estoy por tanto pasando otro taco de calendario y lo estoy haciendo con un trancazo de los de ole y no te menees. Tanto que ayer no me permitió sentarme a escribir, y me hizo faltar a esta cita. Lo peor es que casi no puedo hablar y eso me hace estar más indefenso con las chorradas que veo y oigo, no me queda ni el recurso de comentarlas.

Tampoco me perdí nada, hoy cuando he visto las noticias me he dado cuenta que casi todos los días son iguales y que sí te pierdes alguno, pasa como con las telenovelas, no lo echas en falta, la única diferencia es que hay algunos muertos más sobre el tapete y algunas estafas más en las portadas y cómo a estas no le ponen coto, seguirás viéndolas aparecer. Todo igual, todo lo mismo.

En fin, un año más y cómo la verdad es que todavía no estoy al cien por cien, voy a dejar esto, a lo que no he querido faltar para al menos dejar testimonio de agradecimiento a los que me han felicitado.

Espero que mañana, o mejor, el lunes, será otro día y estaré en mejores condiciones. Por hoy, pongo una foto del estado actual de mi plaza y me voy.

Hasta mañana.

Pepeprado