No me refiero a las cosas del día de ayer,
por ejemplo al congreso de don Pedro. No, ahí pasó lo previsto, tan visto y previsto
que cómo es tradicional en todo el que entra, lo primero, tras prometer que va
a cambiar España “otra vez”, es decir que va a cargarse el Concordato, el
mantra del partido. Por tanto, nada nuevo, la única expectación es ver si de
verdad manda él, o es mandador por diferido.
Tampoco que tras pillar, otro más, al ex líder de UGT en Extremadura, que
se montó una fundación para el invento de los cursos y embolsarse la pasta
limpiamente, su amado Jefe don Cándido, diga que la actuación fue limpia y sin
mácula.
Ni siquiera a que los listos del Ayto. de Madrid, es decir los otros, los
del PP, anden dando de forma dactilar a los amiguetes, 900.000 euros “para
seguridad”.
Incluso ni llega a darme susto el pujolazo, porque eso ya lo sabíamos todos
los españoles, aunque los que mandaban, allí en Cataluña y acá en Madrid, lo
taparan una y otra vez.
Lo que me da susto, es constatar el peligro que tenemos de estar mandados
por imbéciles profundos y tontos del haba que asumen cargos por inspiración no
divina, sino por dedo dirigido y dirigente.
Uno de ellos, lo constaté ayer, aunque parece que su perla es de hace
algún tiempo, es ese caricato de la Generalitat llamado, Francesc Homs. Ayer en
el suplemento, me enteré que este personaje, al que no me atrevo a llamar
señor, porque puede que hasta le moleste al no saber qué significa el término, dio
una lección magistral de estupidez infinita y estulticia manifiesta.
Cuando todos los habitantes del orbe, de
todo el universo mundo, incluidos chinos y cualquiera de los de la Alianza de
Civilizaciones, a lo que aspiramos como papás es a que nuestros nenes dominen
cuantos más idiomas mejor, para tener más oportunidades de futuro, y que no sea
este el que los domine a ellos. Este necio, es papá de dos nenas, de nombre
Laia y María (esta última tiene nombre español,
cristiano y normal, se le debió escapar al papá), y el mentecato, se
entretuvo en decir de ellas lo siguiente, (literal); “mis hijas no entienden el castellano porque tienen prohibidas las televisiones
españolas en casa”. ¡Toma ya!
Mayor muestra de necedad y torpeza intelectual
no se puede dar en una frase más corta.
Por eso, que este cebollino, que corta alas
a la ilustración de su prole, sea el segundo de a bordo de don Menos, tenga cargo,
coche oficial, despacho y secretarias con cargo a los presupuestos, no es que
me dé susto, es que me aterra.
Partiendo de la base de qué, si el que
manda está majara, toda la empresa termina majara, ver que una de las
comunidades más apreciadas del país no sólo tiene la desgracia de qué sus “honorables”
sean de lo menos honorables, sino que sus delfines sean de este jaez, es cómo
para que nos entre el terror pánico. Da que pensar el ver que la gente los vota.
Recurramos al valium.
Por lo demás, en accidentes aéreos internacionales,
cómo por ahí no tienen a una doña Maleni que lo sabía todo en tres días, hay
que seguir esperando a las investigaciones para saber la verdad.
En Aquí, tuvieron que rescatar a dos intrépidos
navegantes que fueron a recuperar un hidropedal y terminaron a 20 kms de la costa,
y lo más granado, que el Ayuntamiento, sí ese que pone pegas a cualquier
propietario para hacer obras, quiere que el hotel que van a hacer en el solar
del Andalucía sea más alto. Esto, en aplicación de la según Ley de Igualdad.
Al lado de las disquisiciones filosóficas y doctrinales del Homs de las
narices, minucias.
Hasta mañana
Pepeprado
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