Bueno, en realidad si hay una cosa anormal; este año
no hemos oído a Georgie Dann con alguna
de esa canción puntera que sacaba cada verano para castigarnos por nuestros
pecados.
Aparte esto, todo normal. Porque ya es normal qué, aunque
una juez diga que UGT y CCOO “cobraron
SIETE millones sin prestar ningún servicio”, no pase nada y esto cuele sin
vaselina, porque no hay quién meta la mano a estos ¿señores?
También normal que unos fulanitos en un pueblo, Cardedeu,
simulen un fusilamiento de un concejal,
y qué, cómo este es del PP, tampoco pase nada, se considerará “una chiquillada”
y punto. Si fuera de eso que llaman un partido nacionalista, para qué contar la
que se habría liado.
Ya de lleno en lo tristemente pintoresco, es la petición de
la señora Colau que para seguir haciendo méritos en su camino al coche oficial
y la moqueta gorda, invita a hacer «escrache
de sujetadores». ¿El motivo? Da igual, lo importante es seguir en la
pomada.
Por eso, para integrarse en esa normalidad nuestra feria
2014, ya, con eso tan raro de unos tíos vestidos de moros y tamborileando por
doquier, seguramente para no ser menos que en Levante, ha terminado en “plan
normal”.
Lo ha hecho al estilo tradicional, siguiendo las pautas
establecidas. Cómo es natural, ha sido un éxito... o eso dicen los que mandan. También
dirá la concejala de la cosa, que tampoco ha habido botellón este año.
Es natural que lo diga, porque a los sitios que ella y sus
colegas van, hoteles serios, casetas de postín y saraos de alto standing,
indudablemente no hay botellón.
Pasarse por la esquina izquierda de la entrada principal de
la feria de noche, o por las calles Granada en su parte alta, plaza de la
Merced, Comedias u otras, no es cosa de ningún concejal. Y, ¡ojo!, ni de los
que mandan ni de los de la oposición. Por allí no pasa ni uno en horas clave,
es posible que a las 10 de la mañana sí pase alguno de inspección y para
hacerse ver, pero a las horas virgueras, nanay. Por eso, se puede decir que botellón
no hay... a la vista.
Es también natural que ahora todo sean parabienes e
intercambio de golpecitos en la espalda. Es la forma de mantenerse al abrigo
del poder, y vuelvo a llamar “el poder” tanto a los que están ahora en él,
cómo a los que están esperando turno.
De los chorros de meados por las calles, del olor
nauseabundo, de los empujones y las broncas, nadie dice nada. Y no hablemos de
la dispersión de efectivos y esfuerzos intentando mantener dos ferias a la vez,
la del centro que es la qué, en su momento, cuando triunfaba como modelo, se
torpedeó porque había que vender la otra, la que se había inventado una
concejala en el Cortijo de Torres invirtiendo allí una pastizara que había, y
hay, que intentar rentabilizar cómo sea. Por eso, cómo a mí, lo de aplaudir lo
hago como un acto de agradecimiento por algo bien hecho, por estas cosas no voy
a aplaudir, que lo hagan los de siempre.
Ya en esa “normalidad” ciudadana pos-feria, empiezan a
salir noticias estándar. Sólo una cómo ejemplo; “Internado por intento de homicidio un menor que pateó la cabeza a un
joven”. Cómo esta varias, que generalmente se saldan con unas condenas
“ejemplares”. No hay más que hojear y ojear la prensa u oír y escuchar
cualquier telediario. Lo dicho al principio, todo normal.
Para el final, un chiste: ese de todos los famosos,
famosetes y famosillos que ahora son guays echándose un cubo de hielo por la
cabeza. En España ha pegado fuerte lo del cubazo, que queda muy in en feisbuk,
tuiter o donde sea que se cuelgue. Pero lo de dar un duro para los enfermos... “Los famosos se olvidan de donar” Lo
dice alto y claro la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica
(AdELA), que ha visto muchos videos pero ni una perra.
Eso ya es molesto, hay que pedir el número de cuenta,
ingresar etc... Además, es poco fashion.
Hasta mañana.
Pepeprado
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