Ahora viene lo
bueno. Enteramente toda España está mirándose en el espejo de Grecia, y ahora
que ya se ha despejado la incógnita, es cuando viene lo bueno.
Es ahora cuando
hay que ver si todas esas promesas de arreglar los entuertos de los gobiernos
previos se cumplen. Dejando aparte la lata que nos van a dar las teles con la
victoria de los Podemos de allí, y su semejanza con los de aquí, esta es una buena
oportunidad para ver si el programa maravilloso es posible y si se pueden atar
los perros con longanizas. Para empezar ya han pactado con la derecha
nacionalista para poder coger poltronas, y están diciendo lo contrario que hace
un par de días, nada de salir de Europa, ni pensar en salir del euro, etc.… Lo
dicho, a esperar y ver qué pasa, entre otras cosas porque la UE no se dice
dispuesta a eso de perdonar la deuda, gatera en la que España tiene metidos bastantes
milloncejos de euros, cosa que el personal local aparentemente no tiene en cuenta.
Por
aquí, cada cual a lo suyo, pero esto deja fuera a España, ya que nadie va a por
ella. Doña Susana ya ha dicho quiere unas elecciones para, según ella, darse un
baño de multitudes. Según sus cuentas, en Andalucía la van a votar hasta los
gorriones, que por cierto, están desapareciendo y cada vez veo menos, y cómo ya
da por muertos a IU, lo más probable es que piense que a las nuevas estrellas los
puede engatusar sin problemas. Ambas cosas me parecen dudosas, y lo que puede pasar
es que la Cortijera, en su afán de usar Andalucía cómo estribo para auparse más
arriba, termine siendo la Papandreu española y entierre a su centenario partido.
Como
decía antes, mientras algunos se desgañitan discutiendo lo de Grecia, e intentando
distanciarnos de ella, distancia que en verdad hay, lo demuestra aquella prima
de la que aquí ya ni nos acordamos, (España hoy, 101.2, Grecia, 840.10) hay
otros que siguen a lo suyo, como si no pasara nada.
Bárcenas
sigue disfrutando e intentando matar con la palabra. Telesusana con el ársa y
olé a todas horas. También siguen a lo suyo, los de la SGAE, que desde que no
les permiten aterrorizar al personal están de capa caída, e incluso en riesgo de
quiebra, (de los millones que se perdieron, tampoco de habla). Y, los del cine repartiéndose
premios a cada momento. Por cierto que en eso del cine hay un par de cosas curiosas.
La que más me llama la atención, es que por un lado se quejan de que ya no
reciben subvenciones y lloran por doña Sinde. Por otro te enteras que es ahora cuando
las películas españolas tienen más éxito y los cines más espectadores. Se lo deberían
pensar. La otra es una cuestión matemática; si con la cantidad de premios que
hay cada año, todavía queda alguien sin uno, es que debe ser muy malo, muy
malo. Por ejemplo, goyas, ya hay quien debe tener como mínimo un par de
docenas. Cada año se reúnen, se reparten unos pocos y se van de sarao para despotricar
del gobierno, así que con hacer un corto de tres minutos (y ser del partido,
claro) ya hay goya asegurado.
Metidos
en lo clásico, saltamos hacia atrás, de Goya a Cervantes. Me da pena la lata
que le están dando al pobre manco, al que no van a dejar descansar en su tumba.
Están poniendo la iglesia patas arriba y ahora muy contentos porque han
encontrado un féretro con sus iniciales hechas con chinchetas. No tengo muy claro
que esto sirva para nada. Yo dejaría a don Miguel tranquilo, y gastaría la pasta en promocionar su obra en las escuelas.
Me
voy, a ver qué pasa en Grecia, y comprobar si suben de precio los yogures.
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