Ya está, ya
empezamos otro año. La pena es que no se puede empezar de cero, hay que
apechugar con la resaca del 2014 y anteriores, pero claro, hay que hablar
aunque sea mínimamente, de esos programas, que dicen son estrella, que ponen en
las teles para las uvas y su después.
Cómo afortunadamente
decidimos estar en familia y sin ponerla, no los sufrí, pero al día siguiente
hice un zapeo y me reiteré en mi idea; generalmente son un horror. En la 1,
unos presuntos chistosos con una gracia cómo para arañarse la cara; A3 con
recortes; la 5 con la chica que dice que se ofende cuando le argumentan que
está en la cresta de la ola por sus domingas, enseñando estas y sus vergüenzas metiendo
la pata; de Canal Sur, para qué hablar. En fin, una estampa de país y de su
actual falta de ingenio y de humor, de su gusto por la zafiedad y de sus
enchufismos a todos los niveles.
Por cierto, hablando
del país y de sus miserias, el último día del año, no quise hablar de la última
gilitontéz tamaño familiar que había escuchado; la “directora de protección
civil, o de seguridad, o algo así” (qué más da), encargada de la seguridad de
los ciudadanos en la Comunidad andaluza, soltó
esta perla; “vamos a encargarnos
de vigilar las instalaciones de los lugares previstos para grandes fiestas, y… vamos a vigilar el consumo responsable de
bebidas”. Y ella se lo creía, aunque no explicaba cómo iba a impedir
que la gente cogiera las cogorzas habituales, si poniéndoles un candado en la
boca o como Elliot Ness rompiéndoles las botellas. Naturalmente, el día uno, vinos
el éxito de esta señora. Con este tipo de criaturitas con cargos públicos, el
patinazo de Canal Sur se entiende más fácilmente.
Ya en este año. Por
ahí fuera siguen en la triste tarea de buscar el avión perdido, ya,
definitivamente dado por estrellado.
En Yanquilandia
se les avecina otro Bush en su futuro, lo que puede significar, quitar al negro
del presente y cambiarlo por un negro futuro, porque esta familia tiene, como
vulgarmente se dice, un majado.
Al menos, ha habido
alguien consecuente consigo mismo. Un economista francés, ha rechazado la Legión de Honor, y lo ha hecho con un
muy consecuente argumento, este; “considera
que no es el papel del gobierno decidir quién es honorable". ¿Este
señor habrá escuchado hablar del ex señor Pujol?
Ya
por aquí, el gobierno está muy contento porque España ocupa un asiento en el
Consejo de Seguridad de la ONU. Ellos tan felices porque así nos vamos a buscar
más líos.
Todavía
más feliz, el señor De Guindos, al que se le ha calentado la boquita y se ha embarcado
en esta peregrina declaración; “se ha
perdido el miedo a perder el puesto de trabajo”. Habrá que averiguar de dónde
saca este hombre estas elucubraciones, ¿de directivos de Bankia, quizás?
Con
esto, mejor dejarlo por hoy, no son días de muchas lecturas y prefiero no
agobiar con mis desvaríos.
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