El ambiente prefabricado navideño, en el que parece que vale todo lo dulzón, acaramelado y falsamente solidario de estos momentos, me permite hacer ese refrito del título, encajando a Víctor Mature entre Platón, Aristóteles y otros chavales conocidos, para hablar de esto.
Para empezar y poner las cosas claras, una definición de entre las muchas que se podrían poner;
“La ética es una reflexión sobre el hecho moral que busca las razones que justifican que utilicemos un sistema moral u otro e incluso que lo aconsejemos. Por lo tanto, podríamos definir la ética como aquella parte de la filosofía que ha de dar cuenta del fenómeno moral en general”.
Para salvaguardar la mía, aclaro que esto, es un “cortar y pegar” de alguien que sabe más que yo, pero para eso están los textos, para leerlos y usarlo.
Ya entrando al trapo, las noticias y las “no noticias” que se dan de hostias con lo de ser éticos y/o respetar la ética.
Empiezo con una “no noticia”. Al abrir un periódico, de esos que moldean la libertad de la opinión pública (incluso se llama así,
Otra, esta hay que leérsela; “FACUA critica al banco del indio al que le tocó el Gordo por usura” Los bancos siempre estan ahí para ayudarte. Estoy seguro que ayer mismo le devolvieron al de Bangladesh los cuarenta euros más o menos que le llevaban cobrados de intereses, gracias a que el gobierno, las empresas, los bancos, etc… obligan a tener una cuenta abierta, solo para considerar que se es “alguien”.
Naturalmente, hablando de ética, de independencia y de responsabilidad, no podían faltar una noticia de esos recaudadores de impuestos privados que tenemos en este país; “La SGAE administrará el catálogo latino en Internet y móviles de Sony/ATV” Esta es la misma Sony que despide gente en su fábrica de Cataluña, y la cobradora-administradora, es la empresa autorizada por el Gobierno para cobrarnos un impuesto revolucionario previo, “por si delinquimos”. Es una feliz simbiosis entre gente que se preocupa por eso de la solidaridad y la biblia en pasta.
Todavía más. Un personaje, que se ha hecho famosillo por el único motivo de mostrarse maleducado y a veces insultante, cuyo “nom de guerre” ya avisa de su especialidad, el Follonero, da otra muestra de lo rentable que es aprovecharse de la buena fe del personal; “El décimo de la lavadora, un montaje televisivo” Hay que aclarar, que el personaje y su entorno están totalmente satisfechos de lo listos que son, de lo inteligente y de lo social de su proceder. Muy bien, solo un par de aclaraciones; tomarle el pelo a la gente de buena fe, es fácil, sólo hay que apelar a sus mejores sentimientos y entonces los que tienen alguno… se entregan y ya está. La otra consecuencia, ésta, todavía más nefasta, es la quiebra de la fe de esa buena gente. Cosas como esta, sumadas a las noticias de dirigentes de ONGs, que viven a a cuerpo de rey con las contribuciones de los bienintencionados, y algunas sentencias judiciales que reparten la justicia con los ojos muy bien vendados, hacen que la gente en general cada vez se fíe menos y sea mas reacia a “ayudar” en el sentido amplio del término. Yo, por ejemplo, desconfío de cualquier asociación que se me presente pidiendo pasta sin conocer lo que hace realmente. Mi aportación, dentro de mis posibles, a la solidaridad es de a pie de obra, ayudar a lo conocido y procurar no joder al prójimo. Lo demás me da un cierto yúyu.
Como un personal ejercicio de ética, dejo de amargarme y amargaros repasando las cosas que pasan. Felices estos que consiguen sus propósitos; “Observan por primera vez los movimientos de una proteína mientras se plegaba” Lo pasaron bomba.
Feliz Nochebuena, con cada mochuelo en su olivo y “quizás” hasta mañana.
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