Prácticamente sólo dos cosas tienen alucinado al personal ciudadano. Lo primero, por su calado humano, el asunto hospitalario; “Un «terrorífico error» mata al hijo de Dalila” Ahora, todo el mundo se lleva las manos a la cabeza, especialmente periódicos y emisoras, pero todos y todas, obvian que en su propio ambiente hacen lo mismo que en los hospitales; dejar el trabajo en manos de becarios y contratados sin experiencia a los que explotan mandándolos de un lugar a otro. Lo mismo que pasa en juzgados trabajando bajo mínimos y sin personal, o en compañías aéreas con personal sin preparación. Naturalmente no es lo mismo la salud mental que destrozan los periódicos, que la muerte física de la que hablamos, pero en realidad es siempre lo mismo; se ha rebajado la exigencia de preparación. Ahora con ser afecto y/o dócil, basta para entrar a trabajar donde sea. Por eso pasan estas cosas.
Lo otro que trae al país a mal traer, es la pasta que ha repartido don JL. El presidente guay, va de rumboso por la vida, repartiendo dineros. Pero no “sus dineros”, sino los nuestros. Hasta ahora no ha explicado de donde va a sacar esa pasta extra que ha repartido a modo de aguinaldo fuera de tiempo, pero no importa, los amigos ya están jaleándolo y poniéndole su corona de laurel de triunfador; “La Junta dice ´sí´ a un modelo que toda la oposición critica”. Con esto, parece conformarse. Las declaraciones de la vice doña Tere de la Vega, a lo suyo. Se ve que a esta señorea le hizo tilín aquello del doberman y ha decidido aceptar el papel de perro mordedor de su partido. Allá ella, pero por favor, que no pierda
El contrincante sigue en paradero desconocido. El tesorero implicado sigue repartiendo excrementos sin respaldo documental, y don Rajoy, callado. A este tesorero con tesoros desmadejados, ya hay que ponerlo en su sitio. Si es verdad que tiene “papeles para empapelar”, que los ponga sobre la mesa con luz y taquígrafos y empiece con ello, si no…, que se la envaine y apechugue con sus actos.
Sería profiláctico que alguna vez, en este país, alguien demostrara lo que dice con pruebas. Si no se aclara esto, las sospechas sobre “todo” el partido van a pasar a mayores. Ellos sabrán.
Como en la Cortijá están ocupados aplaudiendo y mirando a ver a cuantos familiares pueden ayudar, la cosa está adormecida por allí. Desde el momento en que se pone pasta sobre la mesa, lo prioritario, es ver cómo se reparte y a quién se le da, lo demás, puede esperar. Cuando se gasten la pasta, repartirán algunos 4x4 entre alcaldes obedientes y sumisos, para que farden y los usen en sus fincas, y la gran tajada para los amigos, entre ellos, los de las teles y los actos “culturales”, que esos son muy agradecidos y salen mucho aplaudiendo.
Por Aquí, cosas varias. Antes que nada, un recuerdo para un amigo. Me acabo de enterar por la radio; ha fallecido, Leopoldo del Prado. Era buena gente y tenía buen humor, eso es mucho. Descansa en paz, Leo, te lo desea un capitalista como tú, dentro de nuestro aprecio mutuo, me llamabas.
Aparte de esto, un tío al que hay que meter en la cárcel, sobre todo, por guarro; “Detenido un joven acusado de intentar asfixiar a su mujer con unos calzoncillos” Leches, hasta para ser asesino hay que tener un mínimo de clase. ¿Con los calzoncillos? Este tío se merece el talego forever.
Los sindicatos siguen ayudando en la crisis; “La hostelería irá a la huelga si no hay acuerdo a final de mes” Estupendo, ahora sólo nos queda la huelga en el puerto para echar a los cruceros.
Lo cultural, a lo suyo; “Revello: un museo con arte”. Un museo, siempre es cosa buena, pero este nace con sospecha añadida. Destrozar y “recrear” el ámbito de don Pedro de Mena, así por las buenas, me parece atrevido. No andamos tan sobrados de artistas renacentistas, barrocos y posteriores como para reventar lo mínimos restos que nos quedan de su paso. Otra cosa es, que hacerle un museo a un artista, felizmente vivo, me parece arriesgado. Tiene sus inconvenientes, de todos conocidos. Todo, parece haber quedado obviado para poder inaugurar “otro” museo. Se atreven a decir que don Pedro de Mena estaría orgulloso. ¿Orgulloso de qué? ¿De que le hayan echado la casa abajo? ¿De que no se toque la imaginería en su museo? ¿De que su nombre, quede escondido y de comparsa? Vale. Orgulloso a tope.
Hasta mañana.
Pepeprado
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