Ya estamos otra vez con eso que se llama rutina y que casi nunca lo es. Me prometí a mí mismo hacer una pequeña reflexión o resumen de esta semana tan especial. Personalmente, dejando aparte alguna que otra preocupación aparecida, las cosas han ido como era de esperar. Semana de familia con la sola salida de tiesto para ir a la COPE el viernes con los colegas del Foro y el Domingo a PTV a saludar al otro colega, a don Coco, que por cierto me nombró amigo de Luisito, cosa que no soy pero que en antena no quise entrar en guerra.
Este, mí, a pesar de ello, amigo Coco, me pidió un titular para la semana y el que le dí fue ese; “una semana estupenda… gracias as Dios”. El agradecimiento viene porque un par de semanas antes no dábamos un duro por el tiempo meteorológico, pero afortunadamente nos ha ido de dulce. Ha ido bien en todo, quitando pequeños incidentes de horarios y demás inventos, que son por otra parte inevitables y que en cierto modo ayudan a “fijar” las características de cada año.
La tónica general ha sido de tranquilidad, tanta como se refleja en una de las fotos, del Domingo de Resurrección, de un ciudadano totalmente relajado y a su aire, del que me permito poner la imagen porque no se les ven las caras a la pareja, pero que para mí, que un poquito menos de relajación habría estado mejor. En fin, las aguas vuelven a su cauce, la vida a su discurrir y ya los políticos se están encargando de echar su cuarto a espadas para judicializar el país. Ellos verán, pero creo que no nos merecemos a estos políticos, ministras, ministros, ministrillos, junteros y asimilados. A ver como lo arreglamos.
Vuelvo a la costumbre de acortar los textos, y pongo imágenes. De ellas una, la del manto de la Señora de los Cielos, del Resucitado, desapareciendo por la esquina de mi plaza, es la señal para mí, no de que termina la de este año, sino que empieza la del 2011.
Para informar, la última, la situación del Tribunón, hoy ya en proceso de desmontaje… la noche de ruidos, cómo si estuvieran pasando varias procesiones a la vez, pero que se le va a hacer; es el centro.
Hasta mañana.
Pepeprado
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