Hoy voy tarde, tarde y algo liado. Por eso, no me voy a castigar intentando interpretar esas noticias de radios, teles y periódicos donde intentan explicar lo inexplicable y justificar lo que no hay forma de justificar.
En mi pase en vuelo rasante por las páginas de los periódicos gratuitos que me han largado mientras iba por la calle, he visto dos noticias que sí que me han llamado la atención.
La primera de ellas es la actuación de don Minoru Yanagida, que no es el primo de zumosol, sino nada menos que el ministro de justicia de Japón. Pues bien, a este probo ciudadano, en una reunión se le calentó levemente, muy levemente, la boquita e hizo un comentario en el que dijo que su trabajo era fácil. Nada más.
Eso, en el país del Sol Naciente ha sentado muy mal, lo han tomado como falta de respeto al Parlamento, y don Minoru, al que desde ahora tengo en mi particular altar dedicado a los hombres de bien… ha dimitido, así, sin anestesia. Espectacular, alucinante, impresionante y sobre todo, grandioso el gesto. Gracias don Minoru.
Aquí, que lo de la falta de respeto es de lo más normal en nuestros políticos, que no dimiten ni a punta de pistola, a don Minoru habría que ponerle una cátedra de observancia de las normas del respeto, para ver si alguno aprendía algo, o al menos le daba algo de vergüenza su comportamiento. Pero no, si al bueno del japonés se le ocurriera venir por aquí, a lo más, lo invitaban a una cacería, eso sí, sin licencia, sin permisos y sin pagar. Es lo que hacen los ministros de justicia aquí, eso y quedarse con el piso el tiempo que les apetece.
La otra noticia, viene en cierto modo a demostrar lo del respeto aquí usado, que en realidad es simplemente un ejercicio de hipocresía supina.
Es de Aquí mismo, y dice que el Ayuntamiento va a impulsar una Escuela de Pilotos de motos… para niños de 2 a 14 años. ¡Toma ya!
Nos echamos las manos a la cabeza cuando un niño mejicano de 14 años quiere torear, fusilamos civilmente a quien ponga a trabajar a un menor, le quitamos la patria potestad al padre que mande a su niño por tabaco, pero, si la cosa es de las que están de moda, nada, todos a aplaudir.
Que los niños con dos añitos ya estén pegando motazos nos parece lo más guay del paraguay. Si el nene se pega un par de leches con el aparatejo, es normal, son los riesgos del asunto, te dicen. Pues a mí, que debo ser un tío bastante más raro de lo que ya admito, me sigue pareciendo una barbaridad que se promocione que los jovenzuelos de 15 o 16 años vayan a campeonatos de 250, 500 o miles de centímetros cúbicos, aunque saquen medallas. Y me lo parece cuando en el mismo telediario sale el señor de las multigafas diciendo que la gente se sigue matando en las carreteras y que los motoristas caen como chinches. Las dos cosas en el mismo país, no me cuadran. A ver si nos aclaramos, las prohibiciones son solo para los que no sean capaces de ganar trofeos donde los políticos puedan ir a hacerse fotos. ¿A que sí?
La próxima vez que salgan diciendo que no hay que darles el carnet de conducir a los de catorce años, habrá que preguntarles que con que carnet corren estos. Vergonzosa la hipocresía imperante.
Hasta mañana.
Pepeprado
No hay comentarios:
Publicar un comentario