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viernes, 26 de noviembre de 2010

Quizás, quizás…

Rememorando la antigua, que no vieja, canción. Aquella que cantaron igual de bien, aun siendo tan diferentes, cantantes (no lo que hay ahora), como don Nat King Cole, don Antonio Machín e incluso aquella que estaba, sin aparentarlo demasiado, tan fermosa cual, vaquera de la Finojosa, doña Doris Day, hoy no voy a leer periódicos. Voy a dedicar la mañana, toda la mañana me temo, a… hablar con Telefónica o cómo se llame ahora sobre mis/sus problemas.
Lo aviso porque lo más seguro es que termine sin Internet, o sin teléfono o sin salud.
Lo de la canción es porque viene al pelo:
               Siempre que te pregunto
            que cuando, como y donde
            tu siempre me respondes
            quizás, quizás, quizás

            Y así pasan los días
            y yo, desesperando
            y tu, tu contestando
            quizás, quizás, quizás
Esto es lo que pasa con ese ente en que se ha convertido lo que antes era una empresa de telefonía; nunca llegas a ninguna conclusión con ellos.
Te van toreando, diciendo cosas absurdas hasta que abandonas, o cómo el Lute, revientas.
Ayer en uno de los intentos (el de las 13.17), incluso me dijeron que mi teléfono, el de toda la vida, ese del que hasta me sé me el número, estaba a nombre de una comunidad de propietarios, y que dónde tenía, el poder notarial, para hablar de él.
Cuando le dije mi opinión al ciudadano de ignota nacionalidad que estaba al otro lado, sólo una ínfima parte de lo que pensaba, sólo lo que mi educación me permitía, me contestó diciéndome que llamara a otra hora y me colgó.
Tras esto, y para seguir el consejo de mis médicos, de no alterarme en demasía, no los llamé otra vez, simplemente porque no quería perder ese tesoro que es mí educación, un tesoro que ahora parece estar sólo al alcance de una minoría en extinción a la que me honro en pertenecer.
Lo dejé para hoy, para atacar el problema con la letra de otra canción, esta vez de los Panchos, la de Vaya con Dios;
            Sé que usted no me miró
pero no dudo
que mis ansias comprendió
con mi saludo
vaya con dios mi vida
vaya con dios mi amor.
Es por eso, que tengo que volver a la primera letra; quizás mañana no tenga Internet, quizás mañana no tenga ni teléfono, o quizás mañana me haya dado un jamacuco y no pueda ni escribir.
O…, quizás, (lo más seguro) me haya dio con otra compañía a que me engañen, pero al menos de forma más novedosa.
Cuando vuelva la normalidad lo avisaré, mientras tanto buen finde.
Hasta mañana… quizás, quizás, quizás.
Pepeprado
P.S.-Espero, comentarios de solidaridad, para consolarme.

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