Desconejado

Increíble, pero Telefónica ha cumplido parte de lo prometido. Me prometieron que en 48 horas estaba desconectado y que me llamarían por teléfono para confirmármelo. Bien, no a las 48 horas, pero tampoco hay que ser tan fino, pero me han desconectado. Lo de la llamada de cortesía, ni flowers, pero eso ya seria demasiado pedir. Por tanto  estoy desconejado. Lo importante es que por ahora van a dejar de cobrarme todo los que les apetecía como hacían hasta ahora. El futuro, mi futuro, informático, está por ver. Ahora tengo que inyectarme todas esas ofertas maravillosas que después no lo son tanto, para buscarme otro proveedor de ADSL.

Por eso, cómo escribo esto y después tengo que buscarme donde colgarlo, va a ser cortito.

La actualidad tampoco da para mucho más. Dejando aparte la mojada de oreja del Barça al Madrid, todo sigue igual.

Las filtraciones de Wikileak ya han dejado de ser filtraciones, ya es una vía de agua de tamaño familiar, por donde manan millares de documentos.

Documentos que por cierto, no me parece digan nada interesante en demasía. Las opiniones sobre los políticos españoles son las mismas que tenemos muchos. Que don Rodríguez es cortoplacista, trasnochado y tonturrión, no es algo que haga falta ser un lince para notarlo. Por eso, y cómo más que documentos importantes nos están filtrando chismes y cotilleos, mejor dejar este asunto, que para eso ya andan hablando todos.

De las cosas que he escuchado, me tiene asustado esa noticia de una mamá que cómo su niño le estorbaba para ligar, lo ahogó en la bañera y después lo metió en una maleta. Si esto fuera un crimen solamente, sería malo, pero tendría solución legal. Lo malo es la facilidad de “solucionar” los problemas de alguna gente. Es una forma de poner en el escaparate, el tipo de sociedad que estamos creando. A una ciudadana que no sabe qué hacer con el niño que tuvo en otro de sus líos, se le aparece como la mejor solución, cargárselo. Esto no  es contemplado en ninguna de esas leyes ultra progres ni ningún  ministerio o subsecretaría de postín. Hemos roto las reglas morales, las cortapisas mentales y la decencia personal de la ciudadanía, y no se ha sustituido por ningún otro código moral aceptable. Y estos son los resultados. Para llorar.

Cómo sigue lloviendo y hace un día tranquilo, voy a dejar esto por hoy e iré a buscarme un sitio para colgarlo.

Hasta mañana.

Pepeprado